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domingo, 19 de julio de 2020

No Quiero Ser Amada - Capítulo 60

Capítulo 60. La Tumba De Su Madre


La sorpresa y el desconcierto dejaron a los sirvientes atónitos, sus corazones se estremecieron mirando el rostro de su rey, antes de bajar rápidamente la cabeza. 

Jeffrey que rara vez se sorprendía, esta vez lo hizo. "¿Mi dama se convertirá en la reina de este país?"

"Sí", respondió Igor y luego miró a Rihannan y le dijo: "Antes te he dicho que estamos sobre el plazo previsto. No puedo darte mucho tiempo. ¿Crees que terminarás en una hora?"

Rihannan asintió. "Sí, es suficiente. Aprecio su consideración."

"Ya veo. Así que..." Igor levantó su pie y se movió hacia cierta dirección. 

Los sirvientes suspiraron de alivio y enderezaron sus espaldas cuando ya no estaban ante su presencia.

Rihannan sonrió amargamente. "Así es como resultaron las cosas. Entremos por ahora."

Rihannan le transmitió a Jeffrey los lúgubres y desalentadores eventos que ocurrieron en Crichton, omitiendo algunas cosas. Pronto se enterarían... de que el rey y los nobles de Crichton la entregaron como un peón a cambio de evitar la guerra. 

Rihannan, bajo la guía de Jeffrey, miró alrededor de la mansión por primera vez. Estaba limpia y bien cuidada como si se hubiera ido ayer. Poner a Jeffrey a cargo fue la mejor opción, después de todo.

"Gracias por todo lo que has hecho durante este tiempo, Jeffrey."

"Naturalmente. Es mi trabajo, señorita." 

Rihannan sonrió. Sigue siendo el mismo de siempre. Al igual que la mansión inalterable, Jeffrey tampoco había cambiado. 

Ella y Jeffrey subieron las escaleras. Cada rincón de la mansión sólo estaba lleno de recuerdos de ella y su madre. Los rastros del conde fueron eliminados, incluso sus retratos y estatuas no se veían por ninguna parte. En lo alto de la escalera, Rihannan se dio la vuelta, recordando el momento en que echó a su padre y a su media hermana. También, recordó el momento en que se despertó confundida, sólo para darse cuenta de que había regresado al pasado.

'No tenía ni idea de que volvería en estas circunstancias'.

Los pensamientos amargos invadieron su mente como una plaga. 

"Dama, usted dijo antes que nunca se casaría o tendría un hijo. Ahora te casarás pronto", Jeffrey rió suavemente, interrumpiendo los pensamientos de Rihannan. "Si más tarde da a luz a un hermoso niño, por favor tráigalo de vuelta a está mansión. Estoy seguro de que a la difunta condesa le encantaría ver a su nieto."

"Jeffrey, ¿Has sabido algo de Leticia desde entonces?" Rihannan cambió de tema y miró brevemente al viejo mayordomo.

Jeffrey sacudió la cabeza. "No, en absoluto. La última vez que vino a este lugar fue durante el funeral del conde."

"Ya veo..." Rihannan asintió. 

Leticia, ella estaría bien, dondequiera que esté, Rihannan está segura de que usaría su mente astuta. 

"Ella estará bien."

No había necesidad de preocuparse por ella.

"Jeffrey, me gustaría ver la tumba de mi madre por última vez."


***


La madre de Rihannan, Anastasia Alessin, reposaba tranquilamente en el lugar de descanso de la familia. A su lado estaba el hombre que amaba. Una euforia privativa se apoderó del corazón tembloroso de Rihannan. La familia Alessin suplicó que descansara a su lado, pero sabía que su padre se negaría a acostarse al lado de ella, hubiera preferido hacerlo al lado de su amante.

La frase de, 'hasta que la muerte los separe', nunca existió. 

Su madre lo amaba tanto que, si fuera necesario, habría robado todas las estrellas de las galaxias. No podía dejar de mirarlo, y antes de que se diera cuenta, le había dado su corazón incondicionalmente. Al final, lo trajo a su vida... absorbiendo su veneno y llamándolo amor. 

Rihannan acarició la lápida con el nombre de su madre. 

"Madre... por favor dime que hice un buen trabajo..."

Enterrar el amor de su madre a su lado y dejar a Arundell días después de su muerte... ¿Se equivocó en su elección? 

Rihannan tenía miedo del futuro desconocido, preocupada de que derribara todos sus esfuerzos por un simple error. Si su madre estuviera para consolarla, tal vez... tal vez obtendría el coraje que no tenía. Pero semejante respuesta no puede venir de una persona muerta.

"Madre..."

A medida que el rostro de Rihannan se oscurecía gradualmente, un pequeño ramo de flores se colocó delante de la lápida. 

"Ellos aman las flores", dijo Basil.

Rihannan miró hacia arriba con una expresión de asombro. Basil había aparecido repentinamente sin hacer ningún ruido. Y a su lado estaba Igor. Él la miró brevemente, antes de dirigir su mirada hacia la tumba de la condesa y decir: "Por supuesto, no creo en esas cosas, pero considero que a la condesa le gustarán esas flores..."

Las flores que había traído tenían una apariencia tosca como si hubieran sido arrancadas de la hierba. Estaban atadas alrededor de una cuerda de forma descuidada y su tamaño era irregular. 

Al principio, Rihannan pensó que había sido Basil quien lo hizo, pero luego notó la suciedad en la mano de Igor...