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jueves, 16 de julio de 2020

No Quiero Ser Amada - Capítulo 54

Capítulo 54. Impulso Suicida


"¡Rhia...!"

Rihannan podía escuchar los tristes gritos de Helena. Se detuvo un momento, se mordió los labios y siguió adelante. Si se volteara ahora, perdería toda la compostura que había mostrado.

Cuando se convirtió en la compañera de Helena, todos la miraron con lástima y dijeron que pasaría por muchos problemas por ser amiga de la princesa. Pero ella pensaba de otra manera. Después de llegar a Chrichton, la enfermedad y la aflicción la afectaron haciendo que sufriera una leve depresión, algo que su tío y Dimitri no sabían. Ella ocultó bien su tristeza. Creían que Rihannan se había adaptado a la vida de Chrichton completamente.

Pero cuando estaba sola en lo profundo de la noche, Rihannan a menudo sufría de impulsos suicidas... sufría en silencio de un dolor que resultaba imposible de soportar, imposible de afrontar, imposible de lidiar. No podía escapar de ese dolor por mucho que lo intentara. La seguía como una sombra negra que la devoraba lentamente por dentro, hasta el punto de que no quería vivir otro día, otra noche.

No había nada que satisficiera la pérdida y la traición que sentía por parte de su familia. La familia retorcida que pasó toda su vida tratando de complacer. Había tratado de convertirse en la persona que ellos querían, incluso renunció a su identidad mientras rogaba ser aceptada. Pero todo fue inútil. Al final, nada fue suficiente.

Y tal vez sus condiciones habrían empeorado si Helena no hubiera aparecido. Su aparición marcó un punto de inflexión para Rihannan.

|¿Qué hay de ti? ¿Tú eres Rihannan? Hmmm. Es un nombre bonito. ¿Por qué te ves triste?|

 La arrogante y terca princesita evaluó a Rihannan, y le ordenó que le peinara su cabello dorado platinado. Si Rihannan rechazaba sus órdenes, comenzaba a quejarse, pero nunca llegaron a ese punto. Rihannan tenía habilidades divinas que la hacían dormir.

La princesa inmadura vio a través de ella pero nunca se molestó en indagar. Y lentamente, su corazón solitario y vacío sintió el amor de su nueva amiga.

'Helena, no te odio. De hecho, te aprecio'.

Pero ella tenía circunstancias de las que no podía escapar. Se dio cuenta de que su destino estaba ligado a Igor y que temía lo que sería de Dimitri si cambiaba su futuro...

'Adiós, Helena... Lo siento...'

Todos los barcos que habían amenazado a Chrichton con el único propósito de que prometan arreglar el matrimonio nacional del estado, dejaron lentamente el puerto y comenzaron su viaje a Arundell en cuanto Rihannan abordó su barco.

Los nativos de Crichton suspiraron de alivio mientras miraban los barcos navegando silenciosamente sobre el mar azul.


***


"Puedes usar esta habitación".

Dentro de un barco, Basil guió a Rihannan a su camarote. Rihannan miró a su alrededor. Había señales claras de que el camarote había sido arreglado y decorado apropiadamente. La habitación estaba llena de artículos femeninos. Incluso la ventana tenía una cortina de encaje muy fino. Rihannan dudó de lo que vio por un momento. Una cortina de encaje en un barco de guerra... incluso el barco, Ataraxia, que ella usó para viajar a Chrichton no era tan lindo como este.

"...Has puesto mucho empeño en esta habitación."

Basil sonrió alegremente ante sus palabras. "¿Verdad? Te gusta, ¿Verdad? Si lo encuentras de tu agrado, por favor, díselo al rey. Por favor..."

Preguntó con tanta desesperación que Rihannan terminó asintiendo con la cabeza. Con eso, Basil enderezó su postura y sonrió con orgullo ante la victoria. Luego miró a su alrededor.

"¿Pero dónde están tus sirvientes? No los he visto todavía."

"No hay ninguno."

"¿Perdón?" Basil abrió la boca con sorpresa.

"No traje un sirviente conmigo", repitió Rihannan.

"Pero este es un barco de guerra... no hay ninguna mujer que te sirva... ¡Ahhhh...!" Basil se haló el cabello.

'¿Deberíamos dar la vuelta al barco? Oh Dios mío... Oh Dios mío... ¡Me va a matar!'

Rihannan notó la vacilación de Basil. Ella pensó que el hecho de no disponer de una sirvienta podría causarle problemas.

"Está bien. Sé cómo cuidar mi cuerpo. Puedo hacer las cosas por mí misma. No te preocupes por eso", lo consoló Rihannan.

"Pero..."

"Te llamaré cuando necesite algo. Gracias".

"Muy bien", suspiró Basil. "Si necesitas algo más, por favor llámame. Sólo tira de esta cuerda e inmediatamente acudiré a tu llamada. Entonces... Señorita Rihannan, por favor descansa en paz."

Basil se inclinó y cerró la puerta. Se dio la vuelta con una expresión de preocupación No se molestó en contratar a una sirvienta porque pensó que la Condesa traería una sirvienta. Si lo hubiera sabido... habría buscado en cada rincón de Chrichton para contratar una sirvienta porque estaba seguro de que esa bestia de cabello negro lo reprendería.

"¿Por qué no pensé en contratar a una sirvienta?"

Pero quién iba a saber que una noble de alto estatus no llevaría una sirvienta con ella.

"Basil."

Una voz profunda inmediatamente congeló el corazón de Basil en el miedo.