"...¿Eleonora?"
El oficial leyó el nombre. Al momento siguiente, sus ojos se horrorizaron y su cara se puso pálida.
"¡Eleonora Asil!"
"......"
Cuando se había dado cuenta de su identidad, se sobresaltó. Los cargos contra Eleonora Asil eran demasiado graves para el jefe de seguridad de Battuanu.
"¡Cielos, hay que informar al director de la sucursal...!"
El jefe corrió al escritorio para encontrar el teléfono, pero estaba un paso detrás del pequeño dragón, que se había escabullido a su espalda mientras preguntaba por la identidad de Park Noah y arrebató el teléfono.
"¿Oh, oh? ¡Niño!"
Park Noah ya estaba marcando cuando el jefe se dio cuenta de que el teléfono había desaparecido, y tan pronto como escuchó el sonido de mensaje de voz para toda la Oficina de Seguridad de Investigación de Laurent, un torrente de palabras salió de sus labios.
"Señor Leonard, Señor. ¿Cariño? ¿Querido? ¿Me estás escuchando? Tu subordinado está tratando de ponerme bajo custodia. Si estás escuchando, por favor llama a la Seguridad Pública del Primer Distrito de Battuanu y pídeles que me liberen de los cargos. ¡Voy a ser una sospechosa de nuevo! "
"Oh, querido". A su lado, Adrian gimió en silencio al escuchar sus palabras desesperadas.
"No me he deshecho de mi resfriado, me han acosado, ¡Y ahora voy a comer arroz con frijoles!" Exclamó, levantando la mano.
"¿Todavía estás resfriada?"
"Este acosador rubio me puso completamente fuera de forma porque no pude pegar un ojo en toda la noche. Las operaciones de los trenes se suspendieron, dejándome varada. ¿Por qué demonios tardas tanto en llegar? ¿Qué?"
Park Noah presionó el auricular contra su oreja y cubriendo la otra oreja con su mano. Luego, volvió a hablar lentamente.
"¿Disculpe, mayordomo?"
"¿Quién es el mayordomo?"
Se escucharon pasos detrás de ella. De repente, el auricular fue arrebatado de la mano de Park Noah. El mensaje de voz que había grabado se borró con un pitido.
"Está contactando con la Oficina de Seguridad de Investigación. ¿Quieres desprestigiarme?"
'Estoy segura de que esta voz es...' Park Noah se giró. Ella miró hacia arriba, con sus ojos parpadeando. Los orbes violetas estaban justo encima de su cara, mirándola fijamente. A pesar del miedo de ser regañada, él era el que Park Noah más había extrañado.
"¡Di... Director General!" El jefe inmediatamente se inclinó noventa grados como si estuviera asustado de Kyle Leonard, que parecía bastante cansado. El investigador echó un vistazo a la pantalla que el jefe había colocado, y luego presionó el interruptor para apagarla.
"¿Qué estás haciendo con las fuerzas de seguridad? Esperaba que pasaran desapercibidos, pero no están haciendo un gran trabajo en eso. Si Muell hubiera sido interrogado, se habría descubierto que no estaba registrado."
"No pude pensar hasta ese punto, pero ¿Cuándo llegaste?" Preguntó, todavía perpleja por su repentina aparición. Kyle Leonard respondió. "Acabo de llegar."
Tiró la llave que tenía en la mano, y uno de los oficiales, la agarró por poco.
"¿Cómo te sientes? ¿Qué quieres decir con acosar? Y..." Puso su mano en la frente de ella y la miró de lado.
"¿Por qué estás aquí? Ministro."
Park Noah siguió la dirección en la que los ojos Kyle Leonard se voltearon. Luego, miró la espalda de Adrian tratando de escabullirse detrás del pilar. Ella murmuró, frunciendo el ceño. "¿El Ministro?"
"Ministro". Kyle Leonard repitió, como si confirmara las palabras vacilantes de Park Noah. "Te pregunté por qué estás aquí ahora. Alguien que no ha respondido, ni una sola vez, a una llamada de emergencia en los últimos días."
"......"
"Me preguntaba adónde fuiste en un largo viaje de negocios, ¿Y estabas en Battuanu?"
"...No quería entrar en la Oficina de Seguridad de Investigación porque temía que sucediera", refunfuñó Adrian, enderezando su espalda.
Los ojos de los dos hombres se encontraron ferozmente. Mientras tanto, Park Noah y Muell miraban alternativamente a ambos lados inexpresivos.
"Eh..."
"Así que Ele, ¿Tú y el Director General?"
"Señorita Noah, ¿Ya conoció al Ministro de Magia?"