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miércoles, 15 de julio de 2020

I Raised A Black Dragon - Capítulo 67

Capítulo 67. El Pequeño Demonio No Llora


"......" Muell parpadeó sus redondos ojos rojos una vez, e inmediatamente, la manzana que Adrian había arrojado al aire fue envuelta en llamas negras.

"Oh... Oh, no." Las cenizas de la manzana descendieron sobre la palma de Adrian. El niño masticó su manzana mientras miraba al hombre que sacudía el polvo de su mano con consternación. Pronto, la fruta roja desapareció en la boca del niño.

Adrian estaba sorprendentemente nervioso mientras miraba al pequeño demonio que había quemado su manzana. Las cenizas que cayeron sobre su palma aún se sentían calientes. Él sólo había parpadeado una vez, pero cuando sus ojos se abrieron, la manzana ya se había convertido en polvo. Si la puntería del niño hubiera fallado aunque sea un poco, podría haber sido su cabeza la que se hubiera convertido en cenizas.

Los oscuros ojos rojos del niño, que brillaban como una estrella cada vez que veía a Park Noah, estaban sorprendentemente apagados. Parecía una mirada de desinterés, una expresión que no encajaba con la joven edad de la curiosidad. También se parecía a Park Noah, hasta el punto que cualquier extraño asumiría que era su hijo.

El joven dragón absorbe todo el conocimiento a su alrededor como una esponja. En particular, se parece más a menudo a su dueño. Por esa razón, Muell estaba creciendo como el dragón más relajado, optimista, y perezoso, que jamás haya pisado ese mundo. Aún así, reaccionaba rápidamente para defender a Park Noah.

"La manzana es deliciosa. Estoy segura de que querrán subirle el precio..."

Una bicicleta que llevaba botellas de leche casi se estrelló accidentalmente contra Park Noah. El chico que conducía la bicicleta se detuvo rápidamente y corrió hacia ella.

"¡Lo siento, señora! ¡Perdóneme!"

"Uh... No, está bien."

"¡Perdón!"

Park Noah se sorprendió, pero aun así ella le estrechó la mano. Luego, el ciclista regresó a la bicicleta. Sin embargo, Adrian notó la expresión rígida de Muell. A la distancia, las botellas de leche flotaban en el aire.

"Oh, ¿Debería comprar leche?" Park Noah reflexionó, deteniendo sus pasos un momento. Las botellas de leche, que estaban a punto de colisionar entre sí, se congelaron en el aire.

Ella inclinó la cabeza y murmuró, "Sí... debería calentar la leche de Mu y añadirle azúcar... ¡Disculpe!"

Tan pronto ella como se dio la vuelta, las botellas de leche volvieron rápidamente a su lugar. En ese mismo momento, Adrian vio a Muell, que tenía el ceño fruncido, y pensó: 'Si me atrapa, estaré muerto'.

Una pizca de curiosidad apareció en los orbes verdes del hombre mientras sentía que el joven niño le causaría problemas. El reloj dorado en su bolsillo sonó de nuevo, pero esta vez Adrian Rossinell lo ignoró.


*


Pasaron dos días más en Battuanu. Al principio, ella planeaba dirigirse a la capital lo más rápido posible, pero retrasó su agenda, atrapada en un dilema aparentemente interminable entre levantarse o quedarse en la cama.

"Escuché que el barco sale al mediodía. Durmamos dos horas más antes de hacer las maletas."

Seis horas después...

"Llegamos tarde de todos modos, así que tal vez podamos tomarnos otro día libre..."

Otras seis horas después...

"No, debemos ir a Tezeba. Tenemos que encontrar a Lenia..."

Y un día después...

"¿No sería mejor tomar un descanso y reponer nuestras energías en lugar de apresurarnos en buscar a Lenia? Además, me ocupé de las cosas molestas. ¿Qué piensas, Mu?"

En este punto, el ferry no parecía ser la amenaza, sino su falta de voluntad para moverse. Park Noah miró a Muell, esperando que el niño aceptara sus sugerencias, y como era de esperar, él asintió con entusiasmo. Para Muell, Park Noah era la luz, la verdad y el centro del universo.

Sin embargo, después de otro día, todavía no pudieron ir. Desafortunadamente, el resfriado de Park Noah empeoró, resultando en una gripe.

—¿Dolor? Ella dijo que estaba resfriada hace unos días. ¿No mejoró?

"No ha mejorado..."

—No llores.

Un suspiro resonó en el auricular. Las lágrimas rebosaban en los ojos de Muell mientras agarraba el auricular del teléfono con ambas manos. Cuando vio a Park Noah, tenía dificultades para caminar erguida, salió rápidamente a buscar una cabina telefónica.

Al igual que la última vez, Muell marcó el mismo número y la llamada se conectó inesperadamente. Tan pronto como escuchó una voz familiar, el niño se echó a llorar.

"¿Cuándo vas a venir? Si Noah muere, te mataré a ti también."

—¿Por qué me involucras? Tú eres el que hace que Noah se enferme.

"Uh..." Incapaz de negar el hecho, el pobre niño sólo podía sollozar. Kyle Leonard inmediatamente refutó sus anteriores declaraciones.

—No, no es tu culpa, así que no llores.  ¿No te dijo Noah que un buen niño no llora?

"Lo hizo..."

—Entonces, no llores. Deja que Noah duerma bien. Llegaré mañana. ¿Entiendes, Mu?

Muell respondió un suave 'sí', frotando sus ojos hinchados con la otra mano. Por otro lado, Kyle Leonard murmuró para sí mismo, 'por qué tenía que preocuparse por un dragón que lloraba'. Entonces, le dijo a Muell que se mantuviera cerca de Park Noah, y poco después, la llamada terminó.

El niño colocó el auricular en su sitio y dejó la cabina con poco ánimo. Caminó hacia el hotel con los hombros caídos.