Capítulo 47. Inútil Bestia de Cabello Negro
Basil parecía estupefacto. Su plan fracasó, amenazado con el asesinato, se le puso la piel de gallina.
'¡Oh, Dios mío!'
Basil sintió una intensa sensación de traición. No sabía cómo fue capaz de criar a ese niño malcriado, vicioso y terco todos esos años. Basil lo defendió contra la temida Reina, casi cayendo en las manos de la muerte manteniendo su secreto bajo llave. ¿Y ahora lo amenazaba? ¡Ingrato! Basil chasqueó su lengua. Nunca debió haber criado a esta inútil bestia de cabello negro.
"Señor Basil, la enviada de Chrichton está llegando."
Basil miró el profundo mar azul. Un pequeño bote se acercaba. Vio a una mujer con largo cabello plateado y una piel como de perla.
'¿Cuál es la relación entre ustedes dos?'
Él inclinó la cabeza y reflexionó sobre su persistente pregunta. Siempre había seguido a Igor desde que era un niño. Sin embargo, no importaba cuántas veces lo pensara, no había habido ningún contacto entre ellos aparte de su breve encuentro previo como niños en el palacio.
Entonces, de repente recordó. No hace mucho, Igor reconstruyó el palacio de la reina intensamente. Los leales sirvientes del rey se alegraron de saber que estaba listo para casarse. Algunos incluso pensaron que a Igor le gustaban los hombres. Incluso había comprado miles de sedas y joyas que no necesitaba. Basil se preguntaba si Igor desarrollaba un pasatiempo extraño en ese momento. Si le gustaban los hombres... Basil no estaba seguro de cómo debía tratar con él.
Pero todo fue por la mujer de cabello plateado.
'Oh... ¡¡Ese loco!!'
Basil se quejó y se jaló el cabello. No podía creer que el rey hubiera planeado casarse y vivir con ella antes de que se conocieran. ¡El hombre estaba loco, no, las personas de la realeza estaban locas! ¡Quién sabe lo que pasa por su cabeza!
Se ahogó en agonía pero rápidamente recompuso su tranquila compostura cuando llegó la noble dama. Se compadeció de la pobre mujer que había sido capturada por ese lunático.
"Bienvenida, dama Rihannan". Basil la saludó.
Rihannan lo miró, con sus ojos azules y brillantes.
Basil se maravilló de su incandescente belleza. Pensó que había crecido bien. Parecía una linda muñeca cuando era niña, pero ahora su belleza superaba con creces su imaginación. Era una diosa del sol y de la luna. Incluso las propias estrellas decidieron descansar detrás de sus labios. Ella parecía desconocer su belleza. Basil se preguntó si el rey se enamoró a primera vista sólo de su belleza. Tenía una rara y única belleza, una mujer difícil de encontrar, que irradiaba un extraño encanto que no podía ser explicado con palabras.
"Soy Basil, su humilde servidor. Puedes llamarme Basil, mi dama. Ven, te guiaré. Por favor, sígueme". La voz de Basil sonaba modesta y suave. Pensó en darle una buena imagen a Rihannan. Él también podría hacerlo en caso de que ella se convierta en reina. Tal vez podría ponerse de su lado, y abandonar a ese mocoso podrido para servir a la diosa en su lugar. Sí, eso es lo que hará. Basil se rió interiormente cuando un plan diabólico se formó en su mente.
Rihannan asintió y siguió a Basil en silencio.
Caminando en silencio, Basil notó de repente que su mirada se fijaba en él.
Basil sonrió generosamente. "¿Hay algo en mi cara?"
Rihannan miró hacia otro lado. "Me disculpo... eso fue grosero de mi parte. Es sólo que tienes una cara familiar... una cara similar a alguien que conocí antes..."
Basil se rió y agitó elocuentemente su mano mientras las estrellas a su alrededor brillaban. "No, tengo una cara bastante común de Arundell. Estoy seguro de que la conoce bien, Dama Rihannan."
"Sí, eso es cierto ..." Rihannan cerró los labios y no habló más.
Mientras la guiaba a los aposentos del rey, Basil hizo lo posible por relajarla contándole historias una tras otra. De hecho, él sintió lástima de que su compañero fuera Su Majestad, el bastardo arrogante. Basil esperaba que al menos estuviera cómoda.
Pronto se detuvieron en la puerta del camarote. Basil sostuvo la puerta del camarote y dijo cortésmente, "Aquí está Igor, el rey de Arundell. Está esperando adentro. Por favor, pase, dama Rihannan."
La puerta se abrió lentamente.
A medida que la decoración interior y el diseño se fueron viendo, Rihannan respiró hondo.
Había tomado una decisión. No mostrará ninguna debilidad. Además, afortunadamente, lo único que Igor sabe de ella, se debe al encuentro que tuvieron en su infancia, y nada más. Si ella mostrara signos de miedo y odio excesivos, él se volvería cauteloso, encontrando el comportamiento de Rihannan extraño.
Rihannan se mordió los labios. Esta misión era importante. Necesitaba que Igor cambiara de opinión para que la eligiera a ella, y no a la princesa. De lo contrario, el Príncipe Heredero tomará la cabeza de Dimitri... tendrá una muerte miserable antes de que pueda reclamar el trono...
Pronto, levantó la cabeza y dio un paso adentro.
Era una habitación sencilla con muy pocos muebles. Al otro lado de la puerta había una ventana que daba hacia vasto mar azul y un gran escritorio al lado. Al lado del escritorio había un hombre de cabello negro y ojos violetas.