Capítulo 39. Huye, Chica
"¿Quién... quién...?"
"Shh..."
Rihannan luchó por expresar sus palabras con la boca bloqueada, pero dejó de resistirse al escuchar esa voz familiar.
"¿Dimi?" susurró suavemente, su hermosa silueta brillaba a través de la luz de la luna que entraba por la ventana.
Su primo, Dimi, presionó su dedo sobre sus labios y dijo en voz baja: "Cállate."
Rihannan miró a Dimitri asombrada, mientras éste le daba un abrigo, zapatos y un sombrero. Luego, le dijo: "Ponte esto primero."
"Dimi, ¿Que es...?"
"Te lo explicaré en el camino. No hay tiempo. Vamos... Date prisa."
Debido a su petición urgente, Rihannan se vistió frenéticamente. Poniéndose los zapatos, Dimitri le tomó la mano y salió de la habitación inmediatamente. La llevó fuera de la oscura mansión, hacia el establo.
Dimitri montó rápidamente a Rihannan en el caballo, luego se subió y se sentó detrás de ella. Al dúo le tomó poco tiempo dejar la mansión.
"Dimi, sé sincero. ¿Qué está pasando?" Después de llegar a un lugar tranquilo, Rihannan preguntó. A pesar de ello, Dimitri permaneció mudo y continuó su viaje en silencio. Sin embargo, tiempo después, Rihannan perdió la paciencia y volvió a preguntar, esta vez con más fuerza.
"Deja a Crichton por un tiempo", dijo Dimitri.
"¿Qué?" Rihannan se giró hacia atrás tanto como pudo.
"Mira hacia adelante". Dimitri le retorció el cuerpo a su posición original. "Te quedarás en la frontera con un amigo que conozco. Es más seguro. Quédate en ese lugar por el momento."
"¿Qué? Dimi, cuéntame."
"......"
"¡Detén el caballo ahora!"
Pero no hubo señales de detenerse. Rihannan tomó por la fuerza las riendas de Dimitri. Sintiendo el toque de un desconocido, el caballo se inclinó; se levantó sobre sus patas traseras con las delanteras pateando el aire, obligando a Rihannan y Dimitri a caer.
Dimitri frunció el ceño y dijo enfadado: "¡Rhia, no tenemos tiempo para esto! Necesito sacarte de Tars para el final de la noche."
"¿Y qué pasará si los dejo a ti y al tío?" Rihannan se desmoronó.
"¿Por qué te preocupas por eso? Nos ocuparemos de nuestros propios asuntos, así que concéntrate en tus propios problemas. ¿Crees que será fácil esconderte en Tars, donde eres fácilmente reconocible?"
"¡Dimi!" Rihannan gritó. "¿Cómo puedes ser tan tonto y emocional en un momento como éste? El Príncipe Heredero no se quedará quieto. ¿No lo sabes?"
"¿Qué esperas que haga, Rhia? ¿Quieres que vea cómo te toman como rehén? ¡No, no lo permitiré!"
"Tiene que haber otra manera. No podemos hacerlo así."
"Rhia..." Dimitri estaba reprimiendo su ira. Era la primera vez que se sentía tan impotente y frenético. "Eres capaz de decir esas cosas porque no sabes nada. El príncipe heredero, ¿No crees que tomará represalias contra Arundell? Nunca perdonará a nadie que se atreva a pisotear su orgullo. Tan pronto como Chrichton se recupere, ciertamente hará una guerra contra Arundell y tú estarás atrapada en medio de ella. ¿Y qué hay del rey de Arundell? ¿Crees que te dejará en paz cuando descubra que no eres la princesa? ¡Esos bastardos te llevarán a la muerte!"
"Pero no debemos hacerlo de esta manera. Esto no es una solución adecuada y sólo provocará un caos", Rihannan reprendió severamente a Dimitri y respiró hondo. Luego, lo agarró del brazo y le dijo seriamente, "En el futuro, experimentarás mucho más dolor y dificultades que esto. Entonces, si tratas esos asuntos a la ligera como este, todos morirán. Despierta, Dimi. Ya no somos niños. Es hora de que crezcamos..."
Dimitri siempre ha sido un hombre íntegro, incluso ahora. En el pasado, Rihannan dependía internamente tanto de él, que a menudo intercambiando cartas.
Dimitri seguía siendo el mismo, a pesar de que se habían reunido antes de lo previsto. Hace seis años cuando se vino a Crichton, Dimitri era joven, pequeño e inmaduro, pero ella siempre podía confiar en él. La cuidaba como si fuera su propia hermana.
Al crecer con Dimitri, ella descubrió que él tenía un lado emocionalmente espontáneo que no había notado en el pasado. Aunque esta era probablemente su verdadera personalidad, no había tenido la oportunidad de conocerla.
En ese sentido, Dimitri creció siendo la misma persona dependiente, emocional y espontánea que ella conocía.
"¿Qué estás diciendo de repente? ¿Qué es lo que quieres decir? ¿Qué será más difícil que esto?"
"......" Rihannan se mordió los labios y miró a Dimitri. Ella quería decirle, la verdad. Tal vez los demás la llamen loca, pero Dimitri, que tiene la visión de un soñador, podría creerla.
"Rhia..." Mientras pronunciaba su nombre, algo destelló cerca de ella.