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martes, 16 de junio de 2020

No Quiero Ser Amada - Capítulo 27

Capítulo 27. Soy una Crichton


La mujer de cabello plateado, sacudió la cabeza y dijo: "No, no lo haré."

"¿Por qué? Vamos, elige uno", dijo la princesa.

"Hazlo tú misma". La mujer de cabello plateado se dio la vuelta y rechazó de plano a la princesa.

Como el rey amaba a su hija de todo corazón, ella se comportaba de una manera similar a su padre. Todos sabían sobre su temperamento ardiente y nadie podía aplacar su extracto de la familia real. Por eso, nadie tuvo las agallas y la audacia de hablarle a la princesa de una manera impropia de su imagen.

Helena estalló en risas. "Sólo estaba bromeando. No me digas que pensaron que los haría saltar y ahogarse en el lago con este clima helado."

Los jóvenes nobles se rieron torpemente y pensaron: 'Eres el tipo de persona que hace eso'.

Helena cruzó sus brazos. "Por supuesto que no lo haré. Ya que Rhia lo dijo, nos detendremos aquí."

Un caballero se avergonzó con sus palabras. Él había sido la causa de todo, debido a su comentario sarcástico, '¿Es Rihannan realmente una espía de Arundell?'

Si Rihannan hubiera elegido poner su vida al revés... Bueno no quería imaginar lo que la princesa le haría.

"Oh Dios, ¿Qué es todo esto?"

Una voz chillona sonó desde atrás y todos giraron sus cabezas al mismo momento. Vieron a la niñera de la princesa mirándolos con asombro.

"¿Qué es todo esto? ¿Qué está pasando?"

Los hijos e hijas de la nobleza estaban hechos un desastre. Barro y hojas se encontraban esparcidos por todo su cuerpo, incluso sus ropas estaban desgarradas. Parecían plebeyos trabajando en el campo todo el día. La niñera pensó que esto era obra de la princesa e inmediatamente la agarró.

La niñera mostró su enfado y dijo, "Bueno, ¿Qué hacen todos aquí? ¡Lárguense!"

"¡Si!"

Y se dispersaron.

Helena miró a los nobles sin ningún rastro de emoción, más bien se lamentaba.

"Princesa, sígame en este instante. ¡Tú también, Rihannan!"

En el camino, la niñera inundó a Helena y Rihannan con los molestos regaños, un discurso que Helena despreciaba.

"¿Por qué debes hacer esto, princesa?" Ella regañó a Helena.

Luego reprendió a Rihannan, diciendo: "Y tú, ¿Por qué ayudaste a la princesa?"

Cuando la niñera se volvió muy audaz al culpar a Rihannan, Helena estalló en un ataque de ira.

"¡Yo había planeado hacer esto desde el principio! Si Rihannan no hubiera estado presente, quién sabe qué habría pasado."

"Dios, princesa, no puedes seguir actuando así."

Y entonces ella regañó, regañó y regañó. Pero eventualmente, tuvo que detenerse. Rihannan y la princesa necesitaban un descanso con el pretexto de la hora del té.

"Rhia, sabes que jugué a Kiritte intencionalmente para hacer sufrir a Ashton. ¿Por qué no lo elegiste cuando tuviste la oportunidad?" Helena dijo mientras rellenaba su boca con galletas dulces.

"Porque no quise hacerlo."

"¿Por qué? Has sido provocada todo este tiempo. Continúan preguntando por tu lealtad entre Chrichton y Arundell para la batalla naval. Estoy segura de que también te incomoda", dijo Helena.

Rihannan sonrió suavemente. "Es cierto que soy una mestiza, pero no me importa. No me importa mucho lo que Ashton diga. No importa lo que piensen de mí, soy una Crichton. Hace tiempo que he olvidado a Arundell."

Había cierta firmeza en los ojos celestes de Rihannan; Helena suspiró mirándolo.

"Sí, lo sé. Tú odias a Arundell más que nadie."

"Sí, así que no te preocupes. Ashton seguirá hablando como siempre, pero estoy segura de que estará más callado y más aún cuando termine la batalla naval", respondió Rihannan.

"Sí, volveremos a ganar esta vez." Helena levantó su taza de té y sonrió. "Nuestra flota de Crichton nunca perdería contra Arundell, después de todo."

La sonrisa de Helena irradiaba arrogancia y confianza. Crichton nunca había perdido una batalla en el mar. Ni ahora ni nunca.

Rihannan bajó su mirada y escuchó las palabras llenas de orgullo de Helena. Ella tenía razón. Crichton ganaría la batalla naval. Eso era la verdad absoluta.

Hace mucho tiempo, Crichton se consolidó como una potencia naval mientras que Arundell destacaba por su dominio en tierra. Y aunque Arundell y Crichton tienen frontera entre ambas, los terrenos escabrosos que separaban las dos naciones dificultaban el desplazamiento. Así que los viajes de ida y vuelta a menudo se hacían por vía marítima.

Arundell limitaba con muchos países y sus tierras circundantes tenían una gran riqueza de recursos, mientras que Crichton construyó su riqueza en el comercio marítimo. Tanto Crichton como Arundell habían mantenido durante mucho tiempo una alianza con muy pocos enfrentamientos militares, pero los conflictos siempre habían ocurrido a nivel local. Un ejemplo de ello fue Arundell sufriendo la amarga  derrota a manos de Chrichton en la batalla naval. Las habilidades de Arundell no pudieron derrotar al experimentado Chrichton, el jugador más fuerte del mar.