Reciente

sábado, 13 de junio de 2020

No Quiero Ser Amada - Capítulo 19

Capítulo 19. Él Creía En Ella


Actualmente...

"Entiendo, señorita. Vámonos lo antes posible."

Al ver el rostro de Rihannan oscurecerse, Mary se apresuró a consolarla.

"Prepararé y empacaré todo lo que necesitamos. No tienes que preocuparte por eso."

"Gracias, Mary."

"De nada, señorita. Puedo empezar a empacar ahora mismo, si queremos irnos dentro de dos días."

"Primero, necesitamos un barco. Encuentra uno para nosotras, por favor, Mary. Gracias. No necesitas reservar un barco entero para nosotras. Sería lo mejor si hubiera otras personas presentes. Eso sería suficiente."

"Sí, señorita. No se preocupe, puede confiar en mí."

Mary sonrió, poniendo su mano en su pecho.

"¿Podría decirle a Jeffrey que entre cuando salgas?"

"Como desee, señorita."

Mary dejó la habitación, buscando al viejo mayordomo, Jeffrey. Un poco más tarde, el mayordomo tocó la puerta, una señal de su oportuna aparición. Él entró y Rihannan señaló la silla que estaba a su lado.

"¿Ha esperado mucho tiempo, Dama Rihannan? Le pido disculpas."

"No, está bien. Yo también hablé con Mary durante mucho tiempo. Primero, toma asiento. Tenemos mucho de que hablar."

El viejo mayordomo se sentó en la silla, mirando hacia ella.

"Estoy agradecido por tu ayuda, Jeffrey. Tus acciones no pasarán desapercibidas."

Si Jeffrey hubiera sucumbido a la orden del Conde y la hubiera encerrado, su camino podría haber resultado diferente. El Conde Alessin impediría todo contacto con los parientes de Rihannan de Crichton y con la Reina, usando excusas de su inestabilidad mental debido a la muerte de su madre.

Y ellos aceptarían esa explicación, porque parecía una excusa apropiada.

Además, como Leticia y Rihannan perdieron a sus madres, pensaron que sería un lazo común de dolor que ambas podrían compartir. Al final,  es común aceptar a un hijo ilegítimo traído a la casa de su noble padre.

Jeffrey sacudió la cabeza.

"No, Dama Rihannan. Sólo hice lo que creí correcto."

"Sé que no es fácil ignorar a la persona a la que has estado siguiendo durante mucho tiempo. He escuchado que has cuidado de papá desde que era joven."

"Sí..."

Los ojos de Jeffrey brillaban, recordando los recuerdos del joven y despreocupado Conde Alessin.

"Dama Rihannan, ¿Tiene algo que quiera decir?"

"Estoy a punto de salir para Crichton"

Jeffrey asintió lentamente.

"Estaba haciendo algunas suposiciones. Creo que sería lo mejor para ti también. Tus parientes de Crichton serán un gran apoyo."

"Mientras estoy fuera, quiero que te encargues de este lugar."

Los ojos de Jeffrey se agrandaron, sorprendido por un instante.

"La gestión de esto... los funcionarios, la corte real... ellos..."

"Te daré todas las responsabilidades y el poder para administrar la propiedad. Te escribiré una carta una vez al mes."

"Pero, señora Rihannan, ¿Cómo puedo...?"

"Si no hay nadie más, padre acabará recuperando esta casa."

El viejo mayordomo suspiró profundamente. Recordó el rostro lleno de resentimiento del Conde.

"... Está bien. Si ese es tu deseo, entonces lo aceptaré."

"Todos en la mansión saben que Jeffrey es un mayordomo y gerente efectivo."

Rihannan sonrió tiernamente y extendió un pedazo de papel enrollado sobre la mesa. Era un mapa de la tierra a la que tenía derecho.

"Sería difícil para cualquiera de los dos ocuparnos de toda la tierra considerando nuestra distancia, así que es mejor organizarlo. Primero, venderemos todas las tierras o negocios menos productivos y dejaremos sólo lo que necesitemos. Necesito tu ayuda para esto."

"Es una buena idea."

Jeffrey había encabezado durante muchos años la administración de la propiedad. Conocía más de la situación económica de la tierra que el Conde o cualquier otra persona.

Empezó a señalar los detalles que Rihannan tendría que resolver y los que tendría que ceder.

Luego sus dedos señalaron un área de campo abierto.

"El suelo en este lugar es tan pobre que los cultivos no pueden crecer. También hay muchas piedras escarpadas, lo que lo hace inadecuado para la cría de ovejas y ganado. Aunque eso no significa que no pueda usarse como ruta comercial. Será mejor que vendamos esta zona a un precio de oferta."

"No. Deja este lugar como está."

Miró a Rihannan.

"Pero, Dama Rihannan, esto es..."

"Sé lo que quieres decir. Tengo algo en mente para esta área. Sólo haz lo que te digo."

Hasta ahora, Rihannan había aceptado todas sus opiniones y no se había opuesto a nada. Jeffrey miró nuevamente a la tierra que encontró de poca utilidad para comprobar si había pasado algo por alto, pero no encontró nada.

"Está bien."

A pesar de todo, ella es la dueña de la tierra. Es mejor dejarla hacer lo que quisiera.

Terminando, Jeffrey miró fijamente a Rihannan, que pronto se iría a Crichton dentro de dos días. Dejar a Arundell y establecerse en otro país no es una hazaña fácil. No importa lo cerca que estuviera de sus parientes, seguía siendo una niña, después de todo.

Jeffrey estaba preocupado, pero ella parecía diferente, y pensó que le iría bien en Crichton.

Él creía en ella.