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sábado, 13 de junio de 2020

No Quiero Ser Amada - Capítulo 10

Capítulo 10. Sáquenlos


"¿Qué estás haciendo? ¡Sáquenla de aquí ahora mismo!"

Los empleados intercambiaron miradas y pronto apartaron la vista de él. Hace poco, observaron los documentos, que tenían la firma del abogado y estaban certificados por él. Además, por lo que escucharon, sabían muy bien que si se ponían del lado del Conde, las posibilidades de ser expulsados de la mansión eran altas.

"Tú... tú."

Rihannan, que miraba en silencio, abrió los labios.

"Saquen al Conde y a su hija con cortesía."

Cuando la voz de Rihannan sonó, esta vez, unos cuantos sirvientes robustos se movieron. El Conde sólo se dio cuenta de su situación actual hasta ahora.

"¡Ri... Rihannan! ¡Eres cruel!"

"No te preocupes, padre. Se te dará una pensión mínima."

Su voz sonaba fría, sin ninguna muestra de calidez.

"No será suficiente, pero bastará para vivir, para tener un techo. Sigo siendo tu hija... a pesar de todo..."

"¡Rihannan!"

Ignorando la voz chillona del Conde, Rihannan bajó lentamente por la escalera. Allí estaba Leticia, mirando la situación con incredulidad.

Rihannan se detuvo frente a ella.

La voz de Leticia temblaba.

"Uhh... hermana..."

Rihannan soltó una risa fría.

"Hermana... hermana..."

La sonrisa, que floreció se marchitó cuando la frialdad atravesó el aire.

"¿Quién te dio permiso para llamarme hermana?"

Los grandes ojos de Leticia estaban llenos de lágrimas. De repente se arrodilló en el suelo, frotándose las manos contra los ojos mientras lloraba.

"Señora Rihannan, por favor, deje que me quede aquí. Yo no quiero volver al orfanato. ¡Haré cualquier cosa, cualquier cosa! ¡Por favor no me eche! Haré cualquier cosa que me pida. ¿Qué dices...?"

Rihannan miró a Leticia con indiferencia. Tal vez esta niña era inocente, como todos los niños. Ella no ha hecho nada. No, no lo ha hecho, al menos no ahora.

Tanto ella como Rihannan nacieron por el egoísmo de sus padres, pero a pesar de eso...

Rihannan no tenía la culpa de que Leticia fuera una hija ilegítima.

No, en realidad, fue su padre quien la dañó.

Era egoísta.

Por eso, Rihannan pensó que debía tratar de aceptar a Leticia lo mejor posible como si fuera de su propia sangre. Ella era inocente en todo esto y una víctima de decisiones egoístas, pero...

"Ese vestido te queda bien."

Ante el repentino comentario de Rihannan, Leticia miró su vestido. Era de seda, la primera ropa lujosa que había usado. Era un recordatorio de que había escapado de sus amargas penurias. Antes de esto, usaba un tipo de ropa rústica y dispareja.

"Es el único vestido que mi madre me hizo y es muy valioso para mí. Ahora lo llevas tú."

Sólo entonces Leticia se dio cuenta de que algo estaba mal.

"¡Lo siento, lo siento! No lo sabía... es el único vestido que me dio mi padre..."

"Lo único que me quitarás es el vestido que llevas puesto."

Los ojos rojos de Leticia se dirigieron hacia Rihannan. También estaba llena de dolor.

"Aparte de eso, no recibirás nada de mí. Si quieres algo, trabaja por ello tú misma."

Los labios de Leticia temblaban.

"Por qué..."

Leticia entendió lo que quería decir.

Rihannan lo tenía todo desde que nació, así que, ¿Por qué ella no tiene nada? Ambas comparten el mismo padre, pero, ¿Por qué Rihannan es de espíritu noble, mientras que ella es una simple plebeya y una hija ilegítima?

Era injusto.

Podría haberlo tenido todo.

Entonces, ¿Por qué Rihannan y su madre le quitaron todo lo que podría haber sido suyo?

¿Por qué?

"No volverás al orfanato. Dudo mucho que lo hagas. Padre te criará. Y como esperas, ustedes dos pueden vivir juntos por el resto de sus vidas."

La cara de Leticia se distorsionó.

Poco después, lanzó una mirada anormal y odiosa hacia Rihannan.

Con toda esa hostilidad, Rihannan sonrió amargamente. En el pasado, reconoció a Leticia y trató de compartir con ella lo que tenía. Pero al final, fue ella la acusada de quitarle todo.

Incluso ahora, el odio de Leticia hacia ella sigue siendo el mismo.

"Sáquenlos afuera."