Durante treinta minutos, el tren viajará a lo largo de la frontera entre Lunazel y Cezanne. Luego, las dos locomotoras se separarán, divergiendo en el norte y el oeste.
Park Noah se encontraba entre los viajeros, sus frágiles manos agarrando con fuerza el dobladillo de su túnica. Contuvo la respiración mientras esperaba su turno para subir al tren. Muell, que sostenía sus manos, murmuró.
"Creo que la vida humana es demasiado complicada."
"Lo sé."
"Podríamos quemar todo lo que amenaza a Noah. Este tren, la estación y todo lo demás."
"Eso te parece, ¿Eh?"
Sin la guía de su ama, Muell sin duda sucumbiría a los impulsos de su feroz naturaleza. Park Noah suspiró, peinando sus suaves rizos. "Mi Mu, si sigues diciendo algo tan aterrador, te daré unos azotes."
"No me gusta eso..." El niño de ojos rojos hizo pucheros.
Pronto, llegaría su turno de abordar el tren. Kyle Leonard, por otro lado, hizo cola en el último grupo de pasajeros para asegurarse de que todos los guardias que los seguían hubieran subido a bordo.
Park Noah respiró hondo mientras que la mujer estaba adelante entraba en el tren. Una vez que ella puso el pie dentro, se quitó la capucha; sus olas albaricoque brillaban bajo la luz del sol y bailaban con el viento.
"Los veo", murmuró Muell, apretando su agarre en Park Noah.
Los hombres que custodiaban el tren previamente fijaron sus ojos en la pelirroja. Park Noah dirigió su mirada hacia Kyle Leonard, quien le hizo una señal de 'sí', asintiendo con la cabeza. Entonces, ella se dio la vuelta, decidida, y se mezcló rápidamente con la multitud que había dentro.
Inmediatamente, sus pies comenzaron a desaparecer. La magia de Muell estaba funcionando. En menos de un segundo, todo su cuerpo estaba oculto a la vista.
"Vaya, esto se siente raro..." Park Noah sintió que el niño la abrazaba, pero no había podía observar nada. Se aferró un poco más a Muell, observando el enjambre de pasajeros que se apresuraron a encontrar sus asientos designados. 'Estoy invisible frente a una multitud... Incluso si pateo a alguien mientras paso...'
"¡Argh! Mierda. ¿Quién fue? ¡Alguien me ha dado una patada en la espinilla! Fuiste tú, ¿Verdad?"
Nadie pensaría que había una persona invisible en el lugar.
Park Noah decidió dejar de ser cautelosa y aceleró su ritmo.
"¡No me empujes, por favor!"
"¡No te empujé, vieja!"
'¡Lo siento, pasajeros!'
Ella avanzó fácilmente por el estrecho corredor repleto de cabinas de primera clase, murmurando repetidamente varias disculpas. Se detuvo en el cruce entre las cabinas de primera y segunda clase, luego respiró hondo.
Muell tiró de su mano y dijo, "Aquí viene el viejo."
Kyle Leonard salió de la cabina delantera. Ella rápidamente agarró los brazos de Kyle Leonard cuando casi pasaba a un lado de ellos.
"¡Señor, aquí!"
Sus ojos se agrandaron sorprendido por el frío toque de ella. Entonces, vio hacia la dirección donde estaba Muell y murmuró en voz baja: "Es perfecto. Realmente no puedo verlos."
"Lo sé. Es perfecto, excepto que no puedo verme a mí mismo. Entonces, ¿Todos ellos se subieron a bordo?"
"Sí, tres están en el que se dirige hacia Battuanu y los otros dos están aquí. Pero pronto estarán aquí. Será mejor que nos movamos antes de eso."
Kyle Leonard llevaba a Muell en sus brazos y guiaba a la invisible Park Noah mientras los pasajeros se aglomeraban en el pasillo. Ella trató de empujar a los pasajeros.
"¡Espera!" La voz de Muell era suave, pero su tono sonó agudo.
Simultáneamente, el rostro de Kyle Leonard se volvió rígido junto con el del niño. Los ojos rojos de Muell se ampliaron en un instante. El investigador tomó la mano de Noah, tirando de ella hacia él. Su cuerpo fue impulsado hacia adelante por un formidable agarre entre la inquieta multitud.
"¡......!"
En ese momento, diferentes sonidos se mezclaron dentro del tren. El del viento y el metal golpeando contra el metal. En el segundo siguiente, algo se rompió.