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lunes, 1 de junio de 2020

I Raised A Black Dragon - Capítulo 43

Capítulo 43. Yulem


Kyle Leonard arrastró a Park Noah abruptamente, colocándola en el asiento más alejado de la puerta. "Te daré media hora para pensar. Necesito respuestas para las tres en punto", dijo mientras comprobaba el reloj de su muñeca Luego, se acercó a la puerta.

"Eh, ¿A dónde vas?" Park Noah preguntó.

"Tengo algo de lo que ocuparme. Mientras no esté, cúbrete la cara con tu capucha y no le muestres tu cara a nadie."

Kyle Leonard se fue, cerrando la puerta fuertemente a sus espaldas. Se quedó delante de la puerta por un momento, mirando a su derecha. De repente, las comisuras de su boca se enroscaron en una sonrisa maliciosa.

Lentamente, caminó hacia la dirección correcta, y Park Noah se levantó rápidamente de su asiento, cerró la ventana de su cabina. Entonces, le dijo al niño, "Mu, saca el candado de la bolsa."

Muell se deslizó de su asiento y metió la cabeza bajo el sillón, sacando la maleta. Con sus cortos dedos la abrió rápidamente.

La maleta era lo suficientemente grande para que dos niños del tamaño de Muell entraran cómodamente. Dentro había artículos mágicos de la casa de la bruja. Muell, que estuvo a su lado cuando ella empacó, encontró inmediatamente el candado.

"¡Candado!" Se lo entregó a Park Noah, con una mirada de triunfo.

"Gracias", Ella le dio una suave palmada en la cabeza.

El candado es un artículo mágico diseñado para que se contorsione en cualquier tamaño o longitud, y sólo había una manera de abrirlo: con la huella digital de su creadora, Eleonnora Asil.

Park Noah estiró el candado, atando la manija de la puerta a una barra de hierro que estaba a su lado. Tan pronto como el candado cerró, se escuchó un débil grito y se sintió una vibración. Parecía que el grito pertenecía a la mujer que había visitado antes su cabina.

"Tenía razón...". Park Noah escuchó atentamente, atenta al sonido de un disparo. Pero sólo un espeluznante silencio vino después del grito de la mujer.  Se perdió en sus pensamientos, agarrando a Muell en su regazo.

El único secreto que le ocultó a Kyle Leonard fue la novela que había leído; le parecía algo absurdo, por lo que se negó a contárselo. Sin embargo, el hecho de que alguien le siguiera en menos de tres horas desde que salió de Sorrent demuestra lo contrario.

'Bueno, realmente tengo que contarle todo'.

Diez minutos más tarde, Park Noah escuchó voces acercándose a la habitación. Ella se acercó sigilosamente a la puerta y presionó su oído contra la superficie metálica.

"¡Suelta, suelta! ¡Ugh...!"

"Si no te resistes, te trataré bien. Pero si haces un ruido, te taparé la boca."

De repente, la puerta se sacudió. Park Noah le preguntó a la persona de afuera, "¿Cómo me llamo?"

"Park Noah."

"Oh... Bueno, pasa." Desbloqueó el candado, y éste se encogió a su longitud original. Muell, que se aferraba a su cintura, volvió a tirar el candado en la maleta, que se cerró inmediatamente.

"Sólo han pasado 10 minutos. Me dijiste que me dabas media hora para pensar." Park Noah murmuró, dando unos pasos atrás.

"En efecto. Tienes 30 minutos para ordenar tus pensamientos. Yo pasaré los 20 minutos restantes interrogándola". Kyle Leonard agarró a la mujer con un pañuelo azul brillante envuelto alrededor de su cabeza. Sus fríos ojos miraban con atención a la mujer que luchaba y la obligó a arrodillarse en el suelo. Los brazos de la mujer estaban doblados hacia su espalda, esposados.

Viendo al investigador manipular a la mujer, Park Noah se sintió un poco arrepentida, hasta que Kyle Leonard dejó caer algo delante de ella. Lo que apareció ante la mujer fue un cuchillo. Su mango estaba tallado con un intrincado patrón y su cuchilla era especialmente delgada, perfecta para cortar con precisión hasta el filete más grueso.

Kyle Leonard tomó un pequeño dispositivo del bolsillo de su uniforme y lo colocó en el asiento. "¿De quién recibiste la orden?"

Las bobinas de la grabadora comenzaron a girar. Park Noah apretó los labios, viendo a Kyle Leonard interrogar a la mujer. Mientras la mujer se mantenía en silencio, Kyle Leonard se agachó frente a ella, levantando su barbilla porque ella se negó a mirarlo directamente.

"¿Perteneces a Yulem?"

Park Noah reflexionó; ella sabía sobre Yulem. Es una organización perteneciente al inframundo que había sido contratada por uno de los villanos de la novela que perseguía al dragón. Trasmigrando al cuerpo de una criminal, Park Noah entendió su naturaleza; un grupo de criminales que no tienen moral y no obedecen ninguna ley. Su único objetivo es el dinero. Su corazón latía con fuerza.

"¡No sé nada!" La mujer lloró desesperadamente.