"Sé que hay algo que la Señorita Noah no me ha dicho."
"¿Eso piensas?" Park Noah se recostó en el sofá, con los brazos sobre los apoyabrazos. Por un momento, Kyle Leonard captó un destello de curiosidad en sus ojos oceánicos.
La distinción más evidente entre Park Noah y Eleonora Asil eran sus ojos. Aunque tenían la misma apariencia, los orbes azules brillaban de forma diferente. Park Noah parecía inocente y débil mientras que los ojos de la bruja brillaban con desprecio.
En ese momento, Kyle Leonard sintió que se enfrentaba a la verdadera Eleonora Asil. Notó la conocida vanidad, aunque tenue, brillando en sus ojos. La mujer que tenía enfrente ya no parecía cansada; en cambio, que su rostro se veía sombrío. Un sentimiento de resentimiento surgió en su interior.
Kyle Leonard salió de su trance y habló después de suspirar. "Le agradecería que considerara que me abstuve de hacer preguntas como una forma de disculparme por mi rudeza."
"Hm..." Park Noah tarareó, golpeando juguetonamente sus dedos en el reposabrazos de la silla.
"Pero por supuesto, tenga en cuenta que esto no significa que los cargos de la Señorita Noah hayan sido completamente retirados. Esta será la última vez que mis sentimientos personales se involucren en la investigación. Prometiste cooperar, así que por favor no me ocultes información sobre Muell, y evita interactuar con Lenia Valtalere..."
"Guao, ¿Ya lo sabías? ¿Incluso sobre Lenia?"
El joven dragón se acercó a sus pies. Park Noah levantó al dragón y lo colocó en su regazo, inclinando la cabeza para divertirse: "Realmente no te pierdes de nada, ni siquiera lo más trivial. Es más aterrador que lo que leo en las cartas."
¿Cartas? Notando el ceño fruncido en su cara, Park Noah se levantó de su asiento, las comisuras de su boca se curvaron en una sonrisa maliciosa. Luego, ella tocó a Kyle Leonard.
"Cooperaré con la investigación con toda la pasión que me queda, así que no se preocupe. ¿El interrogatorio de hoy ha terminado?"
"... Sí", respondió, sus ojos se fijaron en sus ondas de albaricoque de las que estaba tan harto. Pero, desde otra perspectiva, se dio cuenta de que su escandaloso cabello que se tornaba rojizo con la puesta de sol no se veía tan mal. Al menos, no parecía que las plagas se arrastraran por debajo.
Pronto, Kyle Leonard se dirigió a la puerta de madera, agarrando el pomo con la fuerza de su mano inestable.
"Así que, es un adiós, señor. Fue un placer conocerlo". Park Noah agitó su mano hacia la espalda del investigador. El bebé dragón negro movió suavemente su cola en su regazo, imitándola.
"Por favor, llámame cuando te retires. Te contrataré como mayordomo".
"Estoy bien."
"Puedes cambiar de opinión en cualquier momento."
La puerta se cerró sin que él respondiera. Desde el otro lado, Kyle Leonard miró fijamente el grueso bosque por un momento, y después de un largo aliento, avanzó.
Sin embargo, estaba aliviado de que la persona que conoció no fuera la verdadera Eleonora Asil. Si la malvada bruja tenía un dragón marcado en ella, nunca habría sido exagerado decir que se convertiría en la más poderosa.
Kyle Leonard obligó a detener su tren de pensamientos sobre Park Noah. No había tiempo para retrasarlo. El investigador no puede distraerse en un momento tan crítico. Lo que le esperaba en la capital era un trabajo agotador.
Sin embargo, al día siguiente, Kyle Leonard sintió la necesidad de corregir la suposición de que tenía una buena comprensión de la mujer llamada Park Noah.