Una bruja, deambulando por el mercado, vio un huevo tirado en la esquina de una calle.
"Esto sería suficiente para al menos cinco días", pensó mientras recogía el inusualmente huevo grande, diez veces su tamaño original.
Entusiasmada por tanta suerte, la bruja se apresuró a casa para comer.
"…"
Esperando sólo una gran yema amarilla y un líquido blanco, la bruja fue recibida en cambio con una criatura envuelta en una fina capa de fluido. Era una criatura con piel escamosa, una cola, una mandíbula dentada con filas de dientes. La bestia se retorció dentro del huevo, obligando a la cáscara a colapsar completamente.
Incapaz de comprender la situación, la bruja simplemente lo miró fijamente.
"Oh."
Sólo entonces se le ocurrió que la bestia no era otra cosa que un dragón: una criatura legendaria que apareció brevemente durante la Antigua Era de los Goblin y desapareció desde entonces. Ahora, simplemente una decoración de las enciclopedias.
Hay numerosas historias sobre cómo las yemas y las claras de un huevo de gallina explotan desde el interior; también puede suceder con los huevos de las codornices. Esto es de conocimiento común.
Pero, ¿Quién creería la historia de una persona que, al abrir un huevo, se encuentra con un bebé dragón?
***
Park Noah. ¿No es el nombre de una plebeya? Irónicamente, su vida no era para nada ordinaria.
Ella había sido absorbida por una novela, atrapada en una fantasía romántica de otro mundo. Cuando murió por exceso de trabajo, se adentró en un mundo diferente. El conocimiento del mundo y del cuerpo que ocupaba se asimiló instantáneamente al suyo.
Se convirtió en el personaje secundario de la novela, una villana nacida únicamente para disfrutar de la maldad. El nombre de la bruja es Eleonora Asil. Sin embargo, a pesar de ser lo suficientemente poderosa como para superar alcanzar la posición más elevada del mundo, su soberanía pronto se desplomó cuando los protagonistas la derrotaron.
Eleonora, que se escondió contra sus enemigos, lamentablemente, murió sin que nadie lo supiera, lo que significa que Park Noah, que reencarnó en la bruja, asumirá la responsabilidad de las acciones de Eleonora.
Sin embargo, queriendo vivir a su antojo, la nueva Eleonora no tenía ninguna intención de involucrarse en la trama de la novela, cosa que había logrado hacer durante los dos últimos años.
"¿Por qué tenía que aparecer este pequeño dragón ante mí?", ella murmuró.
La bestia, no apta para ser comida, fue lavada y envuelta en una manta. Angustiada, Eleonora sólo podía mirar al dragón que agitaba desesperadamente sus alas.
La bruja dejó escapar un profundo suspiro.
Se suponía que el dragón era la mascota de la heroína, y también la muerte de Eleonora. Según el plan, la heroína, Lenia, debía recoger los huevos y obtener el dragón que saliera de ellos. Pero en su lugar, la bruja había roto el huevo primero.
Noah chasqueó su lengua, pensando profundamente en qué hacer con la bestia perdida.
"¿Por qué has venido a la persona equivocada, niño?"
'Será mejor que devuelva el dragón, ¿Verdad? Qué irónico. No quería involucrarme en esto'.
Al día siguiente, Noah envió el dragón, envuelto en una manta dentro de una jaula, a la capital por entrega especial. La receptora, la heroína, la condesa Lenia Valtalere. El remitente, por supuesto, desconocido. Pronto, la bruja fue informada de que la entrega estaba completa.
Noah trató de calmar sus nervios, preocupada de que ocurriera algún incidente.
"Todo estará bien, Noah. Las cosas serán como eran exactamente antes. ¡Mi vida pacífica permanecerá como está!" la bruja se convenció a sí misma.
O eso creía.
***
"¿Qué?"
"…"
Noah se despertó al observar al bebé dragón, batiendo sus alas frente a la chimenea.
Desconcertada, su boca se abrió. '¿Estoy soñando?' Bajó su gorro de dormir y se frotó los ojos a la fuerza para comprobar si la bestia era sólo una ilusión.
Mientras apartaba el gorro de noche de sus ojos, el dragón no se veía por ninguna parte.
"Oh."
Noah dio un suspiro de alivio. Arregló su gorro de dormir, con la intención de volver a acostarse. La habitación se había vuelto fría, así que Noah chasqueó sus dedos, y las llamas crecieron.
"Vale, me vuelvo a dormir". Murmuró.
De repente, Noah sintió un tirón. "¿Eh?"
¡Ahí está! El bebé dragón estaba agarrando los extremos de su camisón.
"…" Vacilante, Noah fingió no haber visto al dragón y se giró. Desafortunadamente, su vestido se estiró hasta romperse.
'Mi camisón de lunares. Este conjunto era una edición limitada del Ropero de Noche Feliz de Frill, ¡Por el que pagué mucho! Este era mi favorito...'
Ella miró a la criatura de nuevo. Esta vez, había simpatía en sus ojos.
La boca del bebé dragón se relajó. Una vez que se aseguró de la condición de su camisón, con un movimiento de su mano, la manta que estaba colocada frente a la chimenea voló como la alfombra mágica de Aladino. Entonces, ella envolvió al dragón fuertemente con ella.
El bebé dragón arrulló.
"Ups."
'Es mi victoria'.
Noah sonrió con satisfacción, sacudiendo sus manos.
'Si hay una cosa que me benefició de este cuerpo, es su habilidad mágica'.
Eleonora era una bruja que poseía poderes mágicos lo suficientemente poderosos como para ser tildada de la villana más malvada. También, una infame inventora de artículos mágicos.
Actualmente, Park Noah posee el cuerpo de Eleonora. Por lo tanto, no podía realizar la magia de la bruja muerta perfectamente. Pero, su talento para inventar artículos mágicos se mantuvo.
Con un simple movimiento de la mano, podía controlar las llamas o hacer que sus oponentes volaran. Una bazuca automática de 100 años de antigüedad que acosa persistentemente a las heroínas de una novela o un machete que golpea las partes vitales del oponente siempre que se establezca un objetivo sería fácil.
La gran bruja, Eleonora, llevaba un registro de instrucciones para todo, lo que resultaba muy conveniente para Park Noah, que no podía memorizarlo todo de una sola vez.
En resumen, ella tiene control sobre todo en su casa.
'¡Es pan comido someter a un bebé dragón!'
Mientras tanto, el bebé dragón envuelto firmemente en una manta, se tambaleó. Se balanceó y finalmente cayó a su lado. La manta se deslizó un poco, revelando un par de grandes ojos hinchados, rebosantes de lágrimas.
El dragón tuvo hipo. La frágil humanidad debajo de la apática fachada de la bruja se conmovió, su conciencia fue atacada.
"Eh... ¿Qué voy a hacer con este pequeño...?"
Eleonora eventualmente cedió a su encanto y se encontró a sí misma acurrucada frente al dragón. Ella tomó al dragón en sus brazos y le quitó la manta que casi lo sofocaba.
Sólo entonces se dio cuenta de lo grande que era el dragón, comparado con el día de ayer, cuando acababa de salir de su huevo. Justo el día anterior, el dragón estaba todo arrugado y ni siquiera podía abrir los ojos. Ahora, su piel estaba firme, y sus ojos bien abiertos.
Eleonora le hizo cosquillas al dragón bajo su húmeda barbilla.
"Bebé."
El dragón se estremeció.
"¿Te enviaron a la dirección equivocada?"