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domingo, 5 de abril de 2020

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 68

Capítulo 68. ¿Quién Usará El Vestido Rojo? (1)



Últimamente estaba teniendo la sensación de que alguien estaba siguiéndome. Sabía exactamente quién era.

Era Rashta, la concubina de mi esposo.

"Muy bien. Entonces el concepto del baile será el de una mascarada."

"Ha sido muy bien recibido en el reinado del anterior emperador, así que estamos seguros de que todos lo disfrutarán."

"Pero con todos cubriéndose el rostro, la seguridad tiene que ser—"

Hice una pausa.

"¿Su Majestad? ¿Qué sucede?"

"—estricta."

El ministro de cultura me miró con una expresión perpleja. Giré la cabeza y me disculpé por mi descortesía.

Había visto a Rashta por el pasillo. No estaba viéndome, pero podía verla hablando con sus sirvientas.

"..."

Este comportamiento venía ocurriendo desde hace días. No era perjudicial, pero me fastidiaba levemente. Cuando volteé a verla de nuevo, el ministro me observó y habló cuidadosamente.

"Su Majestad, ¿quiere decir algo respecto a la Señorita Rashta?"

 "¿No estuvo ella aquí ayer?"

"Sí."

El miraba alternativamente a mí y a la otra mujer. Me mordí el labio. Ayer, cuando estaba trabajando en otra tarea, ella estaba cerca. Había sucedido lo mismo con otro ministro dos días antes. A los ojos de los diferentes ministros, parecía un breve encuentro, pero desde mi punto de vista no había ninguna coincidencia.

Tan pronto como continué mirándola, el ministro de cultura comenzó a reírse.

"He oído mucho acerca de ella, pero no se preocupe demasiado, Su Majestad. Solamente es una concubina nacida en lo bajo y aún no conoce la etiqueta real, pero mejorará."

Si mostraba preocupación por alguien que estaba siguiéndome, ¿por qué eso me convertía en la más sensible? Me ofendí ante su intento de calmarme, pero no lo demostré.

"Puede retirarse."

El ministro caminó por el largo pasillo, todavía mirando entre Rashta y yo. Esperé unos momentos hasta que desapareciera, y después le pedí a Sir Artina que la trajera hasta mí. Ella siguió fingiendo conversar con las sirvientas y me miró con sorpresa cuando el caballero se acercó a ella. Después de unos momentos de vacilación, caminó en mi dirección.

"¿P-Para qué requieres a Rashta?"

Rashta se acercó con una expresión de miedo, mientras sus dos sirvientas la acompañaban una a cada lado. No había necesidad de desperdiciar tiempo en conversaciones vacías así que fui directo al grano.

"¿Por qué estás siguiéndome?"

"¿Qué?"

"No digas que no lo has estado haciendo. He estado viéndote alrededor de mí durante los últimos días."

"Ah..."

Se sonrojó y se torció los dedos. No podía verlos, pero asumí que estaba jugueteando con los dedos de sus pies también. Sus sirvientas miraron alrededor con expresiones de miedo, como si fuera a gritarles con la más mínima provocación. Le ordené a las sirvientas que se fueran, ya que estaban haciendo que la atmósfera fuera más incómoda, y se alejaron vacilantes.

"Bueno..."

Rashta habló con una voz cuidadosa.

"El Duque Elgy dice que usted es una Emperatriz típica."

"¿?"

"Rashta no es de la nobleza, y hay muchas cosas acerca de las cuales no tengo conocimiento. Algunas cosas no tienen sentido incluso si el Barón Lant me las explica..."

"¿Entonces?"

"Entonces quiero aprender de usted, Su Majestad."

"..."

Rashta me miró con unos ojos suplicantes.

"Quiero ser como Su Majestad la Emperatriz. Pero... no creo que usted quiera enseñarme etiqueta... así que quería aprender desde la distancia."

Aunque se hubiera dado cuenta o no, tenía razón en algo. Yo no iba a enseñarle etiqueta.

"Si quieres aprender, entonces pídele al Emperador o a la Vizcondesa Verdi que te enseñen."

Rashta movió una ceja al mencionar el nombre de la Vizcondesa Verdi. Aunque la Vizcondesa era su dama de compañía, no parecían estar en buenos términos de momento.

"Lo que yo quiero es ser como usted, Su Majestad. El Duque Elgy dice que usted es la emperatriz perfecta."

"Y por eso quieres seguirme."

"No quiero molestarla, así que ¿podría fingir no verme? Estaré a cierta distancia y no me notará. ¿Está bien?"

"No habría hecho que te llamaran si no te hubiera notado."

"Seré más cuidadosa."

Repentinamente recordé la vez que Rashta imitó mi manera de hablar en frente del Gran Duque Kapmen y otros invitados en el banquete especial de Año Nuevo. El solo recuerdo me dio escalofríos. No estaba moralmente mal que intentara observarme y aprender de mí, y como esclava fugitiva lo más probable es que quisiera llegar a los escalones más altos. Sin embargo, odiaba a la mujer que se había quedado con mi esposo e imitaba mi comportamiento.

"No sé de dónde sacaste esa idea, Rashta."

"¿?"

"Sovieshu está enamorado de ti, y tú eres totalmente diferente a mí."

"¡!"

"Además, tienes la amistad del Duque Elgy. ¿Por qué crees que necesitas seguirme?"

Después de forzarme a ser educada con ella todo ese tiempo, ya no me quedaba paciencia para ser civilizada.

"Si me sigues sin que yo lo note, no seré capaz de detenerte. Pero si te veo con mis propios ojos, le diré a los caballeros que te lleven a otra parte. Así que mantente lejos de mí."

***

Durante los siguientes días, fue como si Rashta fuera realmente invisible. Aunque aparecía de vez en cuando, la frecuencia disminuyó considerablemente. Para un extraño, podría parecer que estaba exagerando, pero sabiamente comenzó a evitarme y no hubo necesidad de enviar un caballero para alejarla de mi presencia.

Aún así, no me sentía mejor.

El tiempo pasó, y el día del baile público finalmente llegó. Era un baile donde toda la gente, sin importar su posición social, podía asistir. Los plebeyos y la nobleza solamente se encontraban en pocas ocasiones. Cuando la percepción pública de la nobleza empezaba a caer, la corte imperial organizaba un baile para impulsar su aprobación. Aunque la percepción pública no era mala bajo el gobierno de Sovieshu, aun así era importante mantener la buena voluntad, y lo que elegí para facilitar esto, fue un baile de máscaras.

Me puse un vestido hecho totalmente de una vívida tela roja, y llevé una máscara de plumas blancas en mi rostro. Mi identidad como emperatriz no estaría oculta, ya que estaría acompañada de mis guardias de todas maneras, pero aun así quería estar vestida para la ocasión.

"Todos estarán maravillados."

"Ojalá llevara este color todo el tiempo, Su Majestad. Su piel combina muy bien con este tono de rojo."

"No estarán sorprendidos. Habrá todo tipo de hermosas vestimentas en el baile de máscaras."

"Pero es difícil llevar un color tan fuerte como este, Su Majestad."

"¿Es eso un cumplido?"

"Hmm..."

Entré al salón de baile intercambiando ligeras bromas con las damas de compañía, pero pronto resultó ser que sus bromas eran demasiado literales. Poco tiempo después de entrar al salón de baile, todos estaban maravillados por mi vestimenta.

"Su Majestad..."

Solo que no era el tipo de asombro que las damas de compañía esperaban.