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miércoles, 29 de abril de 2020

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 169

Capítulo 169. En Shock Junto Con Heinley (2)



"Su Majestad. Aunque confine a Navier, el Rey Heinley debe ser liberado pronto."

El Marqués Karl miró preocupado a Sovieshu mientras le ofrecía su mejor consejo. Ya habían pasado cuatro días desde que la exemperatriz y el Rey Heinley fueron obligados a permanecer en la mansión. Como la residencia era relativamente visible, la gente del Reino Occidental se enteraría que su rey estaba atrapado en la capital del Imperio Oriental. Si esta situación riesgosa continuara, sin duda se convertiría en un problema internacional.

"El poder del Reino Occidental no debe ser tomado a la ligera, Su Majestad."

Sovieshu lo sabía. Había estado sufriendo un dolor de cabeza durante cuatro días completos debido a eso. Cerró los ojos y presionó sus dedos contra su sien. La persistente crítica del Marqués Karl, que repetía todo lo que sabía, solo aumentaba su fatiga.

"No puede permitir que la relación vaya mal."

"..."

Sovieshu esperó a que el Marqués Karl continuara con sus regaños, pero extrañamente terminó en ese punto. Esperaba al menos cinco párrafos más detallando sus errores.

Sovieshu entreabrió los ojos y miró a su secretario. El Marqués Karl lo miraba con una expresión vacilante. Sovieshu suspiró.

"¿Qué es lo que quieres decir?"

Con el permiso del emperador, el Marqués Karl se levantó y habló.

"Su Majestad. Debido a que este es un matrimonio entre dos países, ¿por qué no envía un regalo de felicitación para mostrar su generosidad?"

"¿Regalo de felicitación?"

"Sí, para el aniversario de bodas del Rey Heinley y—"

"¿Regalo?"

Los ojos de Sovieshu se oscurecieron. Su rostro parecía decir "¿Estás loco?"

El Marqués Karl bajó la mirada como si las palabras que había dicho no fueran del todo correctas. En verdad, pensó que la conciliación era lo mejor para el país. Sería mejor que Navier fuera tratada como "estimada hija noble del Imperio Oriental" en lugar de "la emperatriz divorciada". La relación futura entre el Imperio Oriental y el Reino Occidental podría ser tensa, pero mantenerla era el mejor curso de acción.

Sin embargo...

El Marqués Karl, torpemente, juntó las manos. El problema de la vergüenza entre los países era tremendo. Si Sovieshu le diera a su exesposa un regalo de felicitación, algunos podrían verlo como una persona generosa, pero otros podrían pensar que estaba loco.

Sovieshu consideró la idea ridícula, independientemente de sus desagradables sentimientos. No quería dirigirse con dureza a su secretario favorito, pero apretó los dientes.

"Entonces envía un regalo a tu esposa cuando se vuelva a casar con otro. Como lo haría un buen hombre."

Luego, el Marqués Karl se fue. Sovieshu golpeó su escritorio con el puño. A pesar de su ira, sabía que no podía retener más al Rey Heinley, ni a Navier, a quien el Sumo Sacerdote aprobó directamente para que volviera a casarse. Aunque no hubo boda, el Sumo Sacerdote ya dejó la capital, y daría instrucciones para que todos los documentos oficiales registraran a Heinley y Navier como una pareja casada. Como tal, eso también hizo a Navier la reina del Reino Occidental.

Eso solo hizo enojar más a Sovieshu.

Navier se volvió a casar. Ella y Sovieshu habían estado juntos desde la infancia. Pensó que se separarían solo por un tiempo, y luego volverían nuevamente. Pero ese maldito Heinley...

"¡Mierda, Heinley Heinley Heinley!"

Rugió y golpeó el escritorio con cada palabra. El pájaro azul en su oficina se despertó sorprendido y lo miró a través de la jaula. Debe estar pensando que él estaba loco.

Sovieshu finalmente se llevó el brazo a la frente, respiró hondo, y luego tocó la campana del escritorio. Un sirviente entró en la habitación, y Sovieshu le ordenó a gritos.

"¡Tráeme al Duque Elgy!"

Cuando el Duque Elgy fue finalmente llevado a la habitación, Sovieshu inmediatamente fue directo al grano.

"He oído que es usted amigo del Rey Heinley, Duque."

"Sí, Su Majestad. Nos conocemos desde que éramos niños."

"Te enteraste de todo lo que pasó entre el Rey Heinley y yo."

"Bueno..."

El Duque Elgy sonrió vagamente como si le avergonzara responder. Sovieshu lo miró con frialdad.

"No puedo retener al Rey de Occidente por mucho tiempo, así que estoy considerando enviarlo de vuelta."

"Gracias a Dios."

"¿Puedes sacar al Rey Heinley de la mansión Troby?"

'¿Sacar?' El Duque Elgy pensó que la elección de la palabra era extraña. ¿Por qué no 'traer'?

"¿Qué quieres decir?"

"Quiero que vayas a la residencia de los Troby y saques solo al Rey Heinley."

El Duque Elgy se dio cuenta de sus intenciones. Debido a que Heinley y Sovieshu estaban en una amarga disputa, parecería que Sovieshu se echaba para atrás si liberaba a Heinley. Por otro lado, si el Duque Elgy— un amigo del Rey Heinley— rescataba al rey, Sovieshu preservaría su orgullo. El Duque Elgy admiraba interiormente la inteligencia del emperador.

"Muy bien. ¿Qué hay de Navier?"

"Es el Rey Heinley el que se necesita con urgencia en el Reino Occidental ahora, no Navier."

El Duque Elgy dudó por un momento, pero luego sonrió e hizo un ruido de acuerdo. Se puso de pie y salió de la habitación.

Luego, Sovieshu convocó a todos sus secretarios.

"Encuentren una ley que prohíba a una emperatriz volver a casarse. Ya sea historia, código, etiqueta— busquen en todos los registros que encuentren. Háganlo lo más pronto posible."

***

Unas horas más tarde, después de que el Duque Elgy consideró que era tiempo suficiente para que la orden de Sovieshu fuera entregada a los guardias, se subió a un carruaje y viajó a su destino.

Sus pensamientos estaban perturbados. Todavía no podía enfrentarse a Sovieshu de frente, pero esta era una oportunidad para ganar su favor. Si el Duque Elgy manejaba bien esta petición personal, podría ganarse la confianza del Emperador.

Sin embargo, su amistad con Heinley debía ser considerada. Heinley estaba profundamente enamorado de Navier. ¿No se sentiría frustrado de dejar atrás a Navier? Heinley y el Duque Elgy tenían objetivos similares a corto plazo, pero sus propósitos finales eran diferentes. Debido a esto, mantenían una relación de cooperación, intercambiando poder e información cuando era necesario, y no interfiriendo con los planes del otro.

Sin embargo, en este caso, ganar la confianza de Sovieshu significaría lastimar a Heinley. Heinley podría enojarse con el Duque Elgy, pero su asociación no se rompería mientras compartieran objetivos comunes.

Por otro lado, "rescatar" tanto a Heinley como a la exemperatriz causaría que Sovieshu desconfiara de él. Heinley ciertamente estaría agradecido, pero no sería un movimiento útil. Ellos ya eran aliados.

"Hmmm."

El Duque Elgy tarareó y se tocó la mejilla.

"Hay una respuesta. Me pregunto cómo saldrá."