Reciente

sábado, 18 de abril de 2020

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 134

Capítulo 134. Mis Estándares Son Altos (1)



Navier había dicho que iría a Wirwol de inmediato, y Sovieshu no pudo detenerla. Estaba frustrado porque ella había rechazado su oferta de acompañarla, pero había algunas otras cosas de las que tenía que ocuparse mientras ella estaba fuera.

"¿Dónde está el Vizconde Roteschu?"

"Está recibiendo tratamiento en el palacio del sur."

"¿Está incapacitado?"

"No."

"Muy bien. Tráelo."

Sovieshu llamó al Vizconde Roteschu y le preguntó sobre su relación con Rashta. El vizconde fue lo suficientemente inteligente como para saber que fueron los hombres del emperador los que lo salvaron. Supuso que el Emperador ya sabía lo que le dijo a Koshar, y repitió a gritos lo que había confesado.

Sin embargo, la respuesta de Sovieshu fue fría.

"Así que estabas chantajeando a Rashta a cambio de ocultar a su bebé."

"¡No, Su Majestad!"

"Entonces, ¿por qué Rashta te seguiría cuidando? Te odiaba hasta el punto de huir."

El Vizconde Roteschu miró a Sovieshu y se dio cuenta de que el emperador tenía el mismo interés en ocultar el pasado de Rashta. El vizconde no estaba seguro de si el Emperador lo estaba haciendo por amor o porque Rashta estaba embarazada de su bebé, pero su actitud era clara. Roteschu pensó rápidamente y dijo una mentira.

"La Señorita Rashta se mantiene en contacto conmigo porque estoy criando a su bebé."

Inclinó la cabeza y bajó sus hombros para parecer lo más humilde posible.

"Por supuesto, quería serle útil. ¿Pero chantajearla? Nada de eso. Nuestra relación es como... bueno, es más como un trato."

Sovieshu entrecerró los ojos. Las palabras del Vizconde Roteschu parecían coincidir con los hechos. Rashta no siempre trataba de ocultar las visitas del vizconde, e incluso había conservado un mechón del cabello de su bebé. Con cada nuevo descubrimiento, las palabras del vizconde sonaban cada vez más creíbles.

El Vizconde Roteschu dio un suspiro de alivio cuando pensó que Sovieshu ya no sospechaba de él, pero la averiguación del Emperador no había terminado.

"¿Dónde está el certificado de comercio de esclavos de Rashta?"

"¿Qué?"

"Le dijiste a Koshar al respecto."

¡¿Se enteró de eso?! El vizconde se estremeció sorprendido, mientras que Sovieshu lo miró con frialdad.

Preocupado de que el Emperador dijera "¿Por qué lo guardaste y no lo destruiste?" y le encontrara un fallo, el Vizconde Roteschu se postró rápidamente en el suelo.

"Dejé el certificado a la Corporación Oso, y es probable que Lord Koshar haya ido a tomarlo."

***

Después de la reunión con el Vizconde Roteschu, Sovieshu visitó Koshar personalmente en la Mansión Troby.

Koshar estaba sorprendentemente tranquilo mientras permanecía encerrado en su habitación en el segundo piso. Aunque no se le permitió salir, le sirvieron comidas y la habitación estaba amueblada con un baño. Sovieshu no tenía intención de conversar con el hombre por mucho tiempo, e inmediatamente fue al grano.

"Serás desterrado."

Aunque conocía a Koshar y a Navier desde la infancia, Sovieshu nunca tuvo una buena relación con el hijo mayor de los Troby.

Koshar no parecía sorprendido por la proclamación de Sovieshu, como si hubiera estado esperando esto. De hecho, Koshar respondió con frío sarcasmo.

"¿Sabes cómo es tu pequeño juguete?"

"Lo escuché todo. Bien hecho."

Sovieshu no se molesto ante la provocación, lo que solo avivó aún más la ira de Koshar.

"¿Bien hecho?"

"Si no hubiera sido por ti dando un paso adelante, no habría sabido lo que sucedió en el pasado."

Sovieshu habló casualmente y miró a su alrededor.

"¿Dónde está el certificado de esclavo de Rashta?"

"Bueno, tenía el presentimiento de que el tipo tenía una oreja y una boca grande, pero qué lengua tan ligera tiene."

"Es preferible a ti, que tienes tanto unos puños como una mente ligera."

Sovieshu sonrió. Koshar le devolvió la mirada con ojos fríos y también sonrió.

"Por supuesto."

Sovieshu frunció el ceño ante el repentino cambio de actitud de Koshar, y la razón pronto se hizo evidente.

"El certificado vino de la Corporación Oso. Pero uno de tus caballeros lo confiscó."

Sovieshu lo miró con escepticismo, pero Koshar continuó alegremente.

"Por supuesto, pensé que estaba bajo tus órdenes. Pero a juzgar por tu reacción, eso no es cierto, ¿verdad?"

Se rió y extendió los brazos de par en par.

"Siéntase libre de registrar este lugar. Realmente no lo tengo."

"..."

Sovieshu le dirigió a Koshar una mirada de acero y le ordenó al Marqués Karl que encontrara el certificado. Sin embargo, después de registrar las instalaciones, no lo encontraron por ningún lado. También se enviaron hombres a la Corporación Oso, y confirmaron que Koshar había tomado el certificado.

Los hombres registraron la mansión nuevamente, mientras Sovieshu se sentó en el sofá de un salón con los brazos cruzados. Sin embargo, no importa cuán exhaustivamente los hombres buscaron, no encontraron ningún certificado. La ira de Sovieshu comenzó a crecer. Sin el certificado, Rashta podría estar bajo sospecha de ser una esclava en el futuro.

'¿Fue la Emperatriz la que lo hizo?'

Sovieshu recordó que Navier sabía que Koshar había sido detenido en su casa solo unas horas después de que sucediera. Muchos de los caballeros eran leales a Navier. Como a ella no le agradaba Rashta, nunca le entregaría el certificado aunque lo tuviera en su poder.

La frente de Sovieshu se frunció con sospecha.

'Haré que los hombres registren la habitación de la Emperatriz mientras ella está ausente.'

Sovieshu salió de la mansión con las manos vacías, pero antes de hacerlo, habló con la pareja Troby.

"Duque Troby, Duquesa Troby. ¿Saben que su hijo ha hecho todo lo posible para matar a mi bebé?"

"Me enteré ayer."

"No culparé oficialmente a su familia por el bien de la Emperatriz. Pero Koshar queda desterrado de este país."

Aunque el Duque Troby había sido informado por la guardia del Emperador del incidente, se tambaleó cuando escuchó el severo castigo. La duquesa agarró el brazo del duque para sostenerlo, y ella miró a Sovieshu.

El corazón de Sovieshu dio un vuelco cuando vio el parecido de sus ojos con los de Navier, pero continuó con firmeza.

"Tengan en cuenta que mientras esté exiliado, Koshar no tiene autoridad legal en el Imperio Oriental, y será encarcelado tan pronto como cruce sus fronteras."