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martes, 14 de abril de 2020

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 113

Capítulo 113. Otro Secreto (2)




Rivetti siguió cambiándose de ropa en preparación para el encuentro con la Emperatriz al día siguiente. Lady Alischute había dicho que la Emperatriz tenía la frialdad de un alto noble. ¿Qué tipo de persona era esa? Rivetti no tenía idea.

'Escuché que las hijas de alto estatus pueden convertirse en damas de compañía de la Emperatriz. ¿Significa eso que no puedo...?'

Rivetti suspiró. Aunque vivía en una mansión en la capital, seguía siendo una dama de una pequeña finca. Había pocas posibilidades de que ella, una mujer sin conexiones, pudiera convertirse en una dama de compañía.

Continuó rebuscando en su armario y probándose vestidos cuando llamaron a su puerta, y el Vizconde Roteschu entró.

"¡Padre!"

Rivetti abrazó al vizconde y luego lo soltó.

"¿Te gusta este vestido? ¿Me queda bien?"

Sin embargo, él permaneció en silencio y no la elogió con su habitual entusiasmo.

"¿Padre?"

Ella lo miró con preocupación y ambos se sentaron en su cama.

"Rivetti. Si vas a reunirte con la Emperatriz mañana, ten cuidado con lo que dices."

Su expresión era inusualmente seria.

"Ya veo. Mi padre está muy preocupado de que pueda ser grosera en el palacio."

Rivetti respondió con confianza, malentendiendo el significado de las palabras de su padre.

"No seré grosera delante de Su Majestad."

La expresión del Vizconde Roteschu se volvió más seria.

"Tienes que ser más cuidadosa."

"No me deshonraré a mi misma, Padre."

"No. Sobre Rashta y Ahn."

"¡!"

"Sin importar lo que la Emperatriz pregunte, no digas ni una palabra sobre ellos, ni tampoco que Rashta era la amante de tu hermano. ¿Lo entiendes?"

El ceño de Rivetti se arrugó. Después de ver a Rashta en la fiesta hace unos días y descubrir que se había convertido en la concubina del emperador, Rivetti se preguntaba cómo la esclava había alcanzado una posición tan grandiosa. No importa cuánto le preguntara al Vizconde Roteschu o a Alan, no le respondían nada.

"Rivetti. ¿Entiendes mis palabras?"

"... El Emperador se pondrá celoso si se entera que mi hermano fue el amante de Rashta y que tiene un bebé."

"Sí. Una familia sin poder como la nuestra será destruida bajo la ira del Emperador. Ten cuidado."

"..."

"¿Por qué crees que la Emperatriz de repente llamaría a una joven que viene de una familia débil y que ni siquiera ha hecho su debut social?"

"Es porque Lady Alischute—"

"No, la Emperatriz quiere usarte para mantener a Rashta bajo control. Rashta es la rival de la Emperatriz."

"¡No estoy siendo usada por nadie!"

"Recuerda. Nunca has conocido a Rashta."

Rivetti tuvo un estallido de ira, pero el Vizconde Roteschu no retrocedió. Le dolía el corazón al ver la cara malhumorada de su hija, pero si las cosas salían mal, habría que lidiar con algo más que eso.

"Actúa sabiamente."

El Vizconde Roteschu se levantó y salió de la habitación.

Su hija aún puede ser inmadura, pero ella era brillante. No haría nada que dañara a la familia.

***

Era el día en que Alischute traería a la hija del Vizconde Roteschu a la fiesta.

Después de haber terminado mis deberes en la audiencia, recorrí varios departamentos para decidir dónde asignar el presupuesto nacional y revisar el progreso de varios proyectos.

Mi trabajo se desarrolló sin problemas, regresé al palacio del oeste y me cambié de ropa. Conocer a niños de la aristocracia no era nada nuevo, pero hoy tenía un propósito diferente, así que tuve más cuidado al elegir mi ropa.

Después de preparar el té y las galletas, la hija del Vizconde Roteschu llegó un poco antes de lo esperado, junto con varias otras damas que vinieron a visitarnos.

"Ah, hola— no, ¿cómo está, Su Majestad?"

 "Bienvenida, Lady Rivetti."

"¿Usted sabe mi nombre…?"

Su rostro se puso rojo mientras tartamudeaba hola. Ella era mucho más linda de lo que esperaba. No había tenido mucho contacto con el Vizconde Roteschu, pero de alguna manera su hija parecía mirarme con respeto y admiración.


La fiesta duró aproximadamente dos horas, y cuando terminó, la Condesa Eliza habló conmigo.

"Lady Rivetti parece apreciarla mucho, Su Majestad."

Le di una sonrisa silenciosa, y la condesa continuó bromeando.

"Su cara se puso roja cuando entró, y parecía bastante decepcionada de irse."

Sin embargo, la Condesa Jubel era más sombría, como si hubiera algo más importante que hablar sobre Rivetti.

"Es una lástima que no le haya preguntado acerca de la Señorita Rashta."

La Condesa Jubel parecía haber esperado saber más sobre el pasado de Rashta. Las otras damas de compañía asintieron en acuerdo e intervinieron.

"¿Por qué no dijo nada sobre la Señorita Rashta, Su Majestad?"

"Quizás Rivetti no ayudaría a Su Majestad."

"No lo sé. Espero que no hayamos hecho que sea más cautelosa."

Incluso las otras damas de compañía comenzaron a preocuparse. Se preguntaban si Rashta se enteraba de que invité a Rivetti, y luego le decía a Sovieshu, provocando que mi esposo se enojara conmigo otra vez. De hecho, eso era algo que yo también había considerado.

Sin embargo, había invitado a Lady Rivetti para demostrarle a Rashta que, 'No puedes atacar a otros con mentiras.' No iba a permitirme ser la única que fuera provocada. Pero...

"Salió mejor de lo que pensé."

Sí, fue algo bueno llamar a Rivetti... Para tranquilizar a las damas, sonreí y tomé un sorbo de mi té.

"Me dio suficiente información."

Las damas de compañía se miraron desconcertadas. Lady Rivetti era encantadora, pero no había dicho una palabra sobre Rashta. Algunas damas tenían expresiones de confusión, mientras que otras sonrieron ampliamente al darse cuenta.

Más tarde esa noche, después de que la mayoría de las damas de compañía se fueron a dormir, la Condesa Eliza se quedó. Ella era una de las damas que me entendía, y cuando solo quedábamos nosotras dos, habló tranquilamente.

"Lady Rivetti parece conocer muy bien a esa mujer. ¿Cierto?"

Asentí.

Rashta era tan hermosa que a menudo era un tema de discusión, y era imposible que Rivetti no hubiera escuchado hablar de ella. Sin embargo, Rivetti no dijo una sola palabra sobre Rashta. Llegué a la conclusión de que se vio obligada a mantener la boca cerrada.

"Si Rashta solía ser la esclava del Vizconde Roteschu, ella encontraría tanto al vizconde como a su hija una espina en su costado."

"Si."

El Vizconde Roteschu incluso había humillado a Rashta en público, lo que hizo aún más curioso que siguieran reuniéndose en el palacio.

Sovieshu debe saber y aceptar que Rashta era una esclava, a pesar de su intento de suprimir los rumores. Si el Vizconde Roteschu estaba chantajeando a Rashta, no era por sus antecedentes.

Considerando todo esto, solo había una respuesta— el secreto que Rashta ocultaba no era que solía ser una esclava de la familia Roteschu.

"Quizá Rashta tiene otra debilidad que quiere ocultar."

Y no solo el Vizconde Roteschu sabía de la debilidad.

"Investiguemos el entorno del Vizconde Roteschu y Lady Rivetti. No hay nada de malo en saber con qué secreto la están chantajeando."