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miércoles, 29 de abril de 2020

Beatrice - Capítulo 7

Capítulo 7. Marcada Como Esclava Sexual (2)



Después de una larga noche, el sol finalmente salió, cubriendo la tierra con un tono rojizo.

Sin embargo, Chloe no había dormido ni un instante. Se sentó en un rincón del calabozo y miró a los caballeros ir de un lado a otro. Mientras estaba sentada congelada, como una muñeca mirando a la nada, un fuerte grito sonó en sus oídos, rompiendo el tranquilo silencio.

"¡La encontramos!"

Los caballeros que estaban despiertos hasta ahora, tratando de luchar contra su somnolencia, de repente se despertaron y sacudieron la cabeza en dirección a la voz, curiosos de ver de qué se trataba la conmoción. Algunas de las sirvientas que dormían en el calabozo también se despertaron.

"¡Encontré a la última princesa, Jefe!"

El caballero que gritaba de repente apareció a la vista de Chloe, arrastrando a la primera princesa, Alicia, la cual estaba oponiendo resistencia.

"¡...!"

Alicia siempre había menospreciado a Beatrice, incluso llegando a compararla con un simple insecto. Pero la mirada arrogante y llena de desdén había desaparecido, ahora reemplazada por el rostro de una mujer asustada por su vida.

Chloe cerró los ojos cuando Alicia, conocida por su formidable temperamento, era arrastrada bruscamente.

Los otros caballeros los rodearon, creando un alboroto. Sin embargo, no fue Evan quien apareció para comprobar la situación.

"¿Dónde la encontraste?"

Chloe lo reconoció al instante por su voz.

Es él.

Instintivamente, Chloe apartó los ojos de la escena para evitar atraer la atención del hombre. Su simple aparición fue suficiente para asustar a todos. Las demás sirvientas atrapadas en el calabozo temblaron de miedo. Sabían cómo se desarrollaría esta escena. Las cabezas de la familia real que estaban colgadas en las puertas del palacio eran prueba suficiente.

"La encontré escondida en el almacén del palacio. Se escondía astutamente bajo la nieve."

Alexandro miró a la Princesa Alicia con ojos fríos y no impresionados. Al igual que las otras hijas de la familia real de Elpasa, era una bella dama, con cabello rubio platino y ojos azules. Alexandro, convencido de que era la verdadera princesa, dio una breve orden.

"Decapítenla y cuelguen su cabeza en las puertas del castillo."

Alicia no podía soportar su indiferencia hacia ella. Cuando él le dio la espalda fríamente, como si ella no significara nada, ya no pudo reprimir su ira.

Hace unos años, su padre, el entonces Rey de Elpasa, propuso un matrimonio entre Alicia y Alexandro. Duncan Graham también lo había aceptado. Sin embargo, por alguna razón, la propuesta de matrimonio no sirvió de nada.

Incapaz de contenerse por más tiempo, Alicia comenzó a gritar.

"¡Bastardo! ¡¿Cómo pudiste conspirar con Gilbert y apuñalarnos por la espalda de esa manera?!" Pero Alexandro no se molestó por sus palabras y continuó alejándose. De todos modos, la princesa se convertiría en un cadáver muy pronto. No tenía ni una pizca de interés en lo que ella tenía que decir.

Pero incluso después de ser ignorada, la Princesa Alicia no dejó de hablar.

"Tu padre es solo un traidor que comenzó un levantamiento y ahora actúa como un emperador, ¡¿verdad?!"

"Tus métodos son prueba de que la sangre es más espesa que el agua. ¡Eres exactamente como ese insecto de tu padre!"

Esta vez, Alexandro se dio la vuelta y se acercó a la Princesa Alicia. Chloe, que no pudo evitar ver la escena, se cubrió la cara con las manos. Incluso con las manos desnudas, su aura era mucho más opresiva que la de cualquier caballero armado.

"No entiendo por qué te quejas." Tan pronto como Alexandro la enfrentó, Alicia cerró la boca. Aunque ella lo miró con ojos agudos, sus rodillas aún temblaban de miedo. Ella pensó en todo esto como un último intento de hacerle daño antes de morir, pero de hecho, la diferencia entre su vida y su muerte dependía de una sola palabra de este hombre.

"¡Había una propuesta de matrimonio entre nosotros!"

"¿Alguna vez has hecho algo por tu reino aparte de rogar por un matrimonio? Piensa en esto como tu último deber como miembro de la realeza."

Era increíblemente frío con una mujer que podría haberse convertido en su esposa. "Además, culpa a tu país indefenso de este desastre si quieres culpar a alguien."

En su último comentario, la Princesa Alicia miró al hombre con todas sus fuerzas. Mientras miraba su expresión fría y oscura, desprovista de toda calidez, le escupió en la cara como un último acto de coraje.

Todos estaban sorprendidos por la interacción entre Alicia y Alexandro. Los ojos de las damas se abrieron de par en par con sorpresa ante el inesperado comportamiento de la princesa. Incluso los caballeros que estaban de pie junto a Alexandro se quedaron congelados en estado de shock. Nadie se atrevió a abrir la boca y romper el tenso silencio.

Alexandro dirigió una mirada feroz a la Princesa Alicia. Finalmente, ella desvió la mirada y evitó encontrarse con sus ojos. Nadie podía entender lo que él estaba sintiendo por su rostro inexpresivo.

Cuando un silencio espeso cayó sobre ellos, Alicia finalmente se dio cuenta de las consecuencias de sus acciones y de inmediato se arrepintió. Sin embargo, era demasiado tarde. Su voz fría resonó en sus oídos como un trueno estruendoso.

"Cambié de opinión."

Sorprendida, la Princesa Alicia lo miró con ojos desesperados. Ella podía ver que sus ojos la estaban mirando directamente, de forma inquebrantable. Su expresión se puso rígida cuando se dio cuenta de lo que vendría. "¡Suéltenme!"

Luchó frenéticamente contra el fuerte agarre de los caballeros que la tenían sujeta. Se estremeció de miedo al pensar en el castigo que él le daría. Luchó en vano y su cuerpo se desplomó en el suelo, exhausta.

"Oh, no..."

Mientras Chloe observaba toda la escena, envolvió sus brazos alrededor de su temblorosa figura, forzándola a detenerse. Ella no quería ver la escena en absoluto, pero no podía dejar de prestarle atención.

"Tráiganme mi espada."

Limpiándose bruscamente la cara, aceptó la espada que le trajo uno de los caballeros y apuntó con el filo de la cuchilla justo a su cuello.

"Sálvenme, por favor..."

La Princesa Alicia estaba temblando, aterrorizada hasta el punto de no poder pronunciar una palabra.  Su despiadada espada le hizo un corte suave, comenzando por su delgado cuello y terminando justo en la clavícula de su pecho. Un delgado rastro de sangre fluía por su ahora blanco y desnudo torso.