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martes, 31 de marzo de 2020

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 37

Capítulo 37. Vizconde Roteschu (2)




"¿Entonces dejaste de buscar a tu amigo de cartas?"

"Sí. Si aún no se ha revelado, entonces nunca lo hará."

"Pero querías encontrarlo tanto que lo hiciste público..."

"No quiero que se sienta incómodo por mi culpa."

El príncipe Heinley había cumplido su promesa. Torpemente corté un trozo del pastel que estaba en la mesa donde estaba hablando con una mujer noble. De vez en cuando me miraba, y yo solo sonreía y asentía, esperando que no pareciera extraño.

'Es un buen hombre...'

Sovieshu habría interrumpido al Príncipe Heinley si hubiera dicho algo extraño, pero el príncipe no dijo nada sobre Rashta.

La conversación pasó de las cartas del Príncipe Heinley al continente del Gran Duque Kapmen, su magia y cómo funcionaba en la guerra. El gran duque sólo ofreció unas pocas palabras y no habló de magia, aunque se había graduado de una de esas academias. Él permaneció igualmente silencioso sobre otros temas, pero mi atención se dirigió hacia la puerta cuando se abrió y entró alguien. Era el capitán de la guardia.

'¿Qué está pasando?'

Nuestros ojos se encontraron y él se inclinó ante mí. Sovieshu todavía no lo había notado, ya que sus ojos estaban en el Príncipe Heinley.

"Su Majestad Emperador."

Sovieshu giró la cabeza y el caballero entregó su mensaje.

"Necesita venir al gran salón."

Sonaba serio. Solamente había veinte personas en la habitación, por lo que todos podían escuchar lo que decía y los ojos de los invitados estaban sobre él.

"¿Por qué?"

El capitán parecía reacio a responder delante de los presentes, pero Sovieshu se percató de ello y salió con el caballero.

'¿Qué está pasando?'

Pensé en seguirlos, pero decidí no hacerlo. Si me necesitaban, entonces el caballero también me habría hablado, y no sería requerida si tenía que ver con Rashta o algo así.

'No necesito irme.'

Me decidí y me giré de nuevo hacia los invitados. Cuando llegó el momento, salí de la sala de La Rosa Roja y fui al gran salón de banquetes. También tenía que ver a los otros invitados, y cuando se pusiera el sol tenía que inspeccionar los fuegos artificiales.

'Además prometí reunirme con Laura.'

Sin embargo, el ambiente en el gran salón de banquetes era más animado de lo que esperaba.

'¿Pasó algo?'

Generalmente la gente se cansaba en las celebraciones que duraban días. Todos se arreglaban para el último día, pero la energía no era la misma que la del primero. Desde la entrada vi a la gente hablar y reír, y el ruido se hizo más fuerte al entrar. Miré a mi alrededor confundida y Laura corrió hacia mí.

"Su Majestad, Su Majestad, ¿se enteró?"

"¿Pasó algo interesante? He estado en la habitación de La Rosa Roja, así que no sé qué está pasando."

"Algo muy interesante sucedió."

Las fosas nasales de Laura se dilataron de emoción, y ella me llevó a un lugar adecuado para conversar. Cerca, había una gran variedad de crujientes mariscos fritos, pequeños platos de pudines de calabaza y café con leche.

"Puedes escuchar mientras comes. ¡Es una historia apetitosa!"

"¿Qué pasó?"

Laura empujó un pudín de calabaza y un tenedor hacia mí.

"Gracias Laura."

"¿Te acuerdas de Rashta?"

No era un tema que me agradara. Hice una pequeña mueca, pero Laura continuó, a pesar de saber que no me gustaba hablar de ella.

"¿Recuerdas el rumor de que ella era una esclava fugitiva?"

"Sí, pero ¿no se nos permite hablar de ello?"

Sovieshu había dicho que castigaría a los que lo hicieran. ¿Podrían hablar de esto en un lugar tan lleno de gente? Estaba preocupada, pero Laura gritó antes de que pudiera detenerla.

"¡Ella realmente es una esclava fugitiva! ¡El vizconde Roteschu vino a la fiesta por primera vez, y reconoció a Rashta!”

"¿Vizconde Roteschu?”

"Ella era su esclava, ¡luego se escapó!"

"¿Estás segura?"

"Sí. Si el Emperador hubiera estado aquí, lo habría detenido. No sólo eso, el vizconde solamente había estado en la capital durante unas horas. No conocía los rumores sobre Rashta o la orden de no hablar de ella. ¡Por eso dijo abiertamente que Rashta era una esclava en público!”

"Ah..."

"Rashta dijo que no, pero todos creyeron en Roteschu. Ella parecía mortificada."

Laura resopló.

"Todos los nobles cercanos a Rashta deben haberlo visto ahora."

"¿Y dónde están ahora?"

"Cuando Rashta se desmayó, el barón Lant la llevó a su habitación. Luego vino el capitán de la guardia real y se llevó al vizconde Roteschu."

Por eso el capitán estaba buscando a Sovieshu. Por un momento, un sentimiento inexplicable brotó dentro de mí. ¿Era...karma? Sí, Eso creía. Sovieshu había estado furioso cuando sospechó que difundí rumores falsos sobre Rashta como esclava fugitiva, pero ahora el resentimiento y la pena que sentí se convirtieron en satisfacción.

Sin embargo, había un pequeño rincón en mi corazón que no se sentía emocionado. ¿De dónde viene esta sensación incómoda?

"..."

No pude resolverlo, y decidí dejarlo por ahora.

En cualquier caso, ¿Sovieshu no se dio cuenta de que Rashta era una esclava fugitiva cuando la rescató? Sin embargo, incluso si lo supiera, no creo que Sovieshu la odiara. La había traído aquí debido a sus lamentables circunstancias y su poderoso deseo de protegerla. Si se enamoró de ella en ese momento o no, ese fue su primer encuentro. Y si Rashta era una plebeya o una esclava fugitiva, Sovieshu aún la amaría e intentaría protegerla del ridículo.

No sabía qué pasaría, pero sí sabía que no quería involucrarme.